martes, 4 de agosto de 2015

De Chopin: Una declaración de amor.

El 24 de agosto de 1836, Chopin y los Wodzinski parten hacia Dresde, los amigos de Chopin permanecerán ahí hasta el 16 de septiembre, pero él saldrá rumbo a París el primer día del mismo mes. Dos días antes de su partida, reúne el coraje necesario y se le declara a María (ojalá hubiera una descripción del momento, pero no la encontré). María acepta gustosa, bajo la condición de que sus padres deben estar de acuerdo, y en ese mismo instante Chopin se entrevista con la condesa, quien le da una respuesta favorable por el momento, y es que aunque lo quería mucho y lo veía ya como a un miembro más de la familia, la salud de Federico le preocupaba, así que dio su consentimiento, pero les hizo prometer a los dos enamorados que guardarían el secreto hasta que ella hablara con su esposo y que este estuviera de acuerdo. Acordaron pues que la decisión final sería dada en la primavera o el verano del siguiente año.

Los Wodzinski regresarían a Polonia, y María se entusiasma con la idea de conocer a los padres de Federico y le dice a él que les regalará el retrato que le hizo en Marienbad, y para él promete tejerle unas zapatillas de abrigo con el afán de cuidar de su salud.

En su camino de regreso a París, Chopin se detiene en Leipzig y visita a Schumann, para él y su novia Clara, toca su Balada No.1 Op.23; al respecto Schumann escribe:

“De todas sus obras, creo que es la más genial. Después de un instante de reflexión, Chopin me ha dicho: ‘Eso me complace, pues es la que prefiero’.”


Debo decir que de las Baladas, esa es mi favorita, está inspirada en una canción de cuna y es realmente bella.

Pd. De Corredera: El domingo corrí la carrera Princesas run, primer festejo de mi próximo cumple; estuvo muy divertida, de puras mujeres, aunque como siempre, hubo uno que otro locochón colado con todo y disfraz. No hice el mejor tiempo, pero como parte de la recuperación tras mi primer medio maratón (¡Ay que chido se oye!), estuvo bastante bien: 10.24km en 56:29 mins. La medalla está muy bonita y todo fue de mi color favorito -> morado-lila. Lo mejor fue ver a todo el viejerío jugando a ser una princesa mientras corríamos 10km dejando un gran esfuerzo en ello.

No hay comentarios: