jueves, 27 de marzo de 2014

Heinrich Heine escribe acerca de Liszt

Heinrich Heine  fue un poeta alemán que llega a vivir a París en 1830, exiliado de su patria y huyendo de una persecución de la que era objeto por ser judío y liberal. Se queda en París hasta su muerte en 1856, ahí se codea con intelectuales y artistas, entre los cuales se encuentra Liszt. Se conocen en 1831 y se hacen amigos.

Heine también era periodista y crítico, gracias a ello podemos leer la descripción que escribió de una velada bohemia, con Liszt como el centro de atención:
Deslizando sus manos por el pelo dejando al descubierto su frente inspirada nos muestra una de sus manifestaciones más deslumbrantes de combate. La sangre parecía surgir de las teclas. Si no estoy equivocado, tocó un pasaje de Palingénésie de Ballanche, trasladando las ideas de éste a la música, algo que es de bastante ayuda para aquellos quienes no pueden leer el trabajo original del famoso escritor. Luego tocó ‘Marcha au supplice’ de Berlioz, una espléndida pieza escrita por el joven compositor, creo que la mañana del día de su boda. Las caras de todos en el salón se tornaron pálidas y cenizas, pechos agitados, con gran expectación durante los silencios, y finalmente ensordecedor aplauso. Las mujeres llegan casi al estado de embriaguez cuando Liszt toca para ellas.”

Muchos otros escritores han descrito el efecto que provocaba Liszt en las mujeres, decían que de pronto, sentado al piano levantaba la mirada del teclado, y fijaba sus ojos en alguna mujer de la audiencia sometiéndola a su hechizo durante el tiempo que él elegía, haciéndola sentir que estaba tocando sólo para ella. ¡Si a mí me hubiera pasado, yo creo que sí me hubiera desmayado! Y hasta ahora entiendo, tan sólo de imaginarme bajo el hechizo de Liszt, a esas chicas que he visto en documentales y que siempre me parecieron estúpidas por desmayarse al ver a los Beatles.

Un crítico americano llamado James Huneker, quien escuchó a Liszt ya al final de su vida, dijo con malicia que podía inspeccionar las sillas después de un recital de Liszt y decir donde habían estado sentadas las mujeres.
Pero sigamos con Heine, quien comparando a Chopin y Liszt dijo: “Chopin es la tierra de la poesía. La tierra de Mozart, Raphael y Goethe”. “Liszt es el hijo de su época, interesado en la humanidad no sólo un pianista plácido para entretener a la gente.”

Y más de Heine sobre Liszt:
No es un pianista para los ciudadanos respetuosos de las leyes o somnolientos que se hacen a un lado.
Es de resaltar que nadie habla de él con indiferencia. Y lo que testifica más elocuentemente su nivel es el incalificable respeto que incluso sus oponentes le tienen.

“No obstante de mi amistad con Liszt, su música no tiene un efecto agradable en mis sentimientos.”

Liszt, por su parte también describiría a su amigo como “El más alegre y parisino de los alemanes.”

En la imagen, que tomé de la wikipedia, vemos al Heine de 1831.

miércoles, 12 de marzo de 2014

De Toca Conmigo

Hace unos días mi esposo me mandó la liga de una noticia acerca de un proyecto llamado “Toca Conmigo”, el cual llevará a las calles de la Ciudad de México a 20 pianos, para ser tocados por quien se anime, no es necesario que seas un virtuoso del piano, ni siquiera que sepas tocarlo mientras te den ganas de hacerlo.
Los pianos serán personalizados y decorados por artistas plásticos, dice la nota.

Este maravilloso proyecto es organizado por la asociación Crescendi, que nos dice que “Toca Conmigo” es un proyecto artístico y social que busca:
·         Abrir el acceso al piano para impulsar la educación artística.
·         Sensibilizar al público a través de la música.
·         Promover las artes en espacios públicos y lograr un intercambio cultural.
·         Apoyar el trabajo de artistas mexicanos.

“Toca Conmigo” es un proyecto que se une al de “Play Me I’m Yours”, creado por el inglés Luke Jerram y que se ha instalado, desde el 2008, en ciudades como Londres, Sydney, París, Nueva York, Sao Paulo, entre otras. Al respecto, he de decir que he visto videos de mi pianista favorita, Valentina Lisitsa tocando en una calle de París y en una estación de trenes de Londres,  mi querida Val formado parte de este proyecto genial, que ahora llega a México.

En cuanto terminé de leer la nota quise saber dónde se ubicarán los pianos para visitarlos, fotografiarlos, pero más que nada para tocarlos, espero llegar a los 20, pero si no puedo completarlos no importa, lo que sí importa y mucho es participar en este proyecto, con el piano que te topes, tócalo, siéntelo porque es ¡LA ONDA! y te puedes enamorar.

Este proyecto estará vigente del 23 de marzo al 13 de abril de 2014 y esperemos que se repita en más ocasiones. Justo un 23 de marzo participé en un concierto de piano inolvidable, festejaré ese, que ha sido uno de los momentos más felices, tocando en la calle.

La ubicación de los pianos, según la página de cultura del DF será: Centro Histórico (Alameda Central, explanada de Bellas Artes, calle Francisco I. Madero y Santo Domingo); Chapultepec-Polanco (explanada del Museo de Antropología e Historia, Plaza Uruguay, Casa del Lago, Plaza Antara y Parque Lincoln); delegación Benito Juárez (Casa de Francia); Condesa-Roma (Parque Río de Janeiro, Parque México y Parque Luis Cabrera); en el Sur (Plaza San Jacinto y centro de Coyoacán); Plaza Satélite, y en la Red de Faros de la Secretaría de Cultura (Oriente, Tláhuac, Indios Verdes y Milpa Alta).

¡Salgamos a la calle y Toquemos Con Ellos! 

jueves, 6 de marzo de 2014

De Chopin: Visitando a Mendelssohn y a Schumann

Después de visitar a los Wodzinska y en su camino hacia París, Chopin se detiene en Leipzig con la intención de visitar a Mendelssohn, a los Wieck y Schumann. Llega a Leipzig el 26 de Septiembre de 1835 y se dice que se alojó en el Hotel de Saxe.

Primero visita a Mendelssohn, se reconocen y pasan el tiempo entre música y charla, tan contentos el uno con el otro y tan entretenidos, que olvidan que deben visitar a la casa de los Wieck, en donde verán a Schumann; cuando se dan cuenta de la hora acuden rápidamente. Hay una anécdota que dice que al llegar a la casa de los Wieck y tocar a la puerta Mendelssohn grita desde fuera: “¡Aquí está Chopin!” y se va muy de prisa, y es que sabía que el Sr. Wieck se encontraría enfadado por la demora.

Una vez que lo recibieron, Chopin conoce a Schumann y a una jovencita de 16 años, Clara Wieck, que en un futuro se convertiría en Clara Schumann y quien toca para Chopin dos de sus Estudios y la Sonata en Fa Sostenido de Schumann, su manera de interpretar la música impresiona favorablemente al polaco, quien a su vez toca su Nocturno Opus 9 No.2 en mi bemol mayor, su música y su interpretación hacen que el Sr. Wieck olvide su enfado y admire profundamente a Chopin.

Por su parte, Schumann, quien ya admiraba a Chopin desde hace tiempo, es en ese momento director de una publicación semanal sobre música, y publica la impresión que le causó la visita de Federico a Leipzig: “El estilo de su ejecución es único, como el de sus obras; su ejecución me ha cautivado profundamente. No temo llamarlo virtuoso consumado… He experimentado un extremo placer en encontrar por fin un verdadero músico. Nos ha hecho conocer algunos de sus nuevos Estudios. Chopin me juró que vendría a Leipzig en invierno, para asistir a la audición de mi sinfonía, que yo querría tocar en su honor.”

También Mendelssohn deja testimonio de la visita de Chopin, en una carta a su padre y hermana: “Chopin estuvo aquí. En cuanto a mí, de nuevo me encantó su manera de tocar, y estoy seguro de que si tú, papá, oyeses algunas de sus mejores piezas, tocadas como él las toca, dirías lo que yo. En su ejecución hay algo completamente original, y al mismo tiempo tanta maestría, que se le puede llamar virtuoso perfecto. Porque yo sé apreciar la perfección, para mí fue un día muy agradable. Me alegré de ver nuevamente una meta clara y perfectamente definida, tan distinto de esos semivirtuosos y semiclásicos que quieren combinar en su música los honores de la virtud con los placeres de la vida. Aunque nuestros estilos sean tan distintos, como el cielo y la tierra, me es más fácil comunicarme con un hombre como él que con esas semipersonas.”

Finalmente Federico continúa su viaje rumbo a París, pero tiene que parar por unos día en Heidelberg, debido a que enferma de bronquitis, la cual no se curaría al llegar a París, por ahí de mediados de Octubre, muy al contrario, en Noviembre recae e incluso llega a escupir sangre y a tener fiebres altas acompañadas de alucinaciones; este estado lo hace permanecer alejado de todos, alejamiento que propició el falso rumor de su muerte. Veremos más adelante cómo su estado de salud afectará en su relación con María, quien por este tiempo es la dueña de sus pensamientos y de su amor.