viernes, 30 de abril de 2010

La Felicitación de un Niño


Hoy que se celebra el día del niño les comparto una felicitación que Federico Chopin de 8 años de edad, escribió a su padre en el día de su santo.

¡Querido Papa!
Podría expresar mis sentimientos más fácilmente si ellos fueran puestos en notas musicales, pero el mejor de los conciertos no dirían completamente lo grande que es mi afecto por ti, querido papito, debo usar simples palabras de mi corazón, para poner ante ti mi mayor gratitud y cariño.
F. Chopin
Diciembre 6 de 1818

Felicidades a todos en este 30 de abril, por haber sido niños y porque de vez en cuando dejan salir todavía a ese pequeño que vive en cada uno de nosotros.

Foto: La escritura de otra felicitación a su papá cuando tenía 6 años de edad y caricaturas hechas por Chopin también de muy niño que corresponden a algún político polaco. Las tomé de un libro enciclopédico que tengo.

jueves, 29 de abril de 2010

Chopin entra al Conservatorio


El progama de estudios del Conservatorio en el que se inscribió Federico Chopin en 1826 consistía en: 7 horas semanales para el estudio de contapunto, armonía y composición; 1 hora para la clase de teoría y 6 horas para ejercicios prácticos. Además de esto, Federico complementó sus estudios inscribiéndose en los cursos de elocuencia, literatura e historia, así como lecciones de italiano y de instrucción religiosa, esto último más que nada para complacer a su querida madre, de hecho hasta su partida de Varsovia, se conduce como católico, aunque no muy ferviente, pero al parecer, una vez independiente, no se tiene ningún indicio de que haya practicado nunca su religión, ni ninguna otra.

Al mismo tiempo que estudia tiene cuidados para con su salud, recomendados por el doctor Malcz, quien aconseja caminar, tomar bebidas eméticas (palabra que según leí en un diccionario quiere decir vomitivo) y harina de avena para engordar a toda costa.

De sus amigos y compañeros del Liceo, solamente coincide en el conservatorio con Julián Fontana; Titus Woiciechowski estudia derecho, Jan Matuszinski medicina, y Jan Bialoblocki es cura en Sokolowo, lastimosamente y a causa de su pierna aquejada con tuberculosis ósea morirá muy pronto.

En el conservatorio se encuentra también con un caballero grueso y bajito, de rostro sereno que le mira desde la tribuna del gran auditorio, es su viejo amigo y profesor Joseph Elsner, quien para ese entonces cuenta con 57 años y lleva 34 viviendo en Polonia. Bajo su tutela, Chopin sería conducido en el mismo corazón de la música.
A medida que se familiariza con su nueva escuela, Chopin comprende que en realidad Elsner resumía el conservatorio. Incluso había oído decir que Elsner era la expresión más completa de la música polaca contemporánea. En Varsovia era reverenciado como un gran compositor, la ópera del Teatro Nacional (a dónde asistía Federico con sumo placer) vivía gracias a él, el país entero tocaba y bailaba sus mazurkas.

Federico no explotó su amistad con Elsner, aunque podía contar con ella. Sus compañeros se daban cuenta de su superioridad y no sentían celos de la atención que Elsner le prodigaba, así como de los pequeños favores que le concedía, como por ejemplo nadie registró las horas que no asistió a clases cuando inició tardíamente el primer curso.

Elsner dejaba ser a Federico, le permitía experimentar y guiarse de su propia inspiración; de este modo Chopin obtuvo la clase de ayuda más importante para un artista creador: la seguridad en las cosas que eran inciertas para él y la aptitud de juzgar por sí mismo.

Foto: The Fryderyk Chopin Institute http://en.chopin.nifc.pl/chopin/places/poland

lunes, 26 de abril de 2010

Vacaciones y cuidados de salud



Federico ve finalmente terminados sus estudios de bachillerato y pasa su primera velada de vacaciones con su amigo Wilhem Kolberg viendo “La Urraca Ladrona” de Rossini en el Teatro Nacional, esta ópera lo inspira para escribir una polonesa en si bemol menor, que titula “Adiós” y dedica precisamente a su amigo Wilhem.

Al siguiente día sale con su madre y sus hermanas Ludwika y Emilia hacia el balneario de Reinerz en Silesia, situado en la frontera polaco-checa. El doctor Malcz al ver a Federico muy delgado y a Emilia bastante enferma recomienda el viaje y la estadía en el balneario.

Después de 7 días viajando a través de Kalisz y Wroclaw, llegan al balneario que cuenta con aguas minerales de buena reputación; se encuentra en un valle recorrido por un río torrencial y enmarcado por altas montañas.

Federico se aburre e impacienta por la rutina saludable que debe llevar diariamente: El día comenzaba a las 6 de la mañana bebiendo agua del manantial de Laubrunn; hasta las 8 el paciente paseaba por la avenida principal del balneario; después del desayuno se daba otro paseo y a las 12 se servía el almuerzo, después se hacía un nuevo viaje al manantial, y luego otro paseo hasta que anochecía. El tratamiento para Federico y su hermana menor consistía en sobrealimentación y de disfrutar del aire libre lo más posible.

Le prohibieron hacer excursiones a las montañas, cuyas maravillas había oído mencionar. Sufría porque no había allí ningún piano en buenas condiciones, pero a cambio iba ganando peso y mejorando en salud.

Dio dos recitales públicos, los cuales fueron los primeros fuera de las fronteras de Polonia; estos conciertos se llevaron a cabo a instancias de Federico, respondiendo caritativamente a la siguiente situación: de acuerdo con un relato no verificado, pero verosímil, Federico se interesó por una linda muchacha checa de nombre Libusha, ella atendía a los huéspedes en el manantial, donde se encontraban diariamente. El padre de la muchacha trabajaba en una fundición, un desafortunado día sufre un accidente en su trabajo y pierde la vida, a causa de ello la chica falta a sus labores en el manantial, Federico averigua la razón y además que Libusha y sus hermanos no tienen el dinero suficiente para pagar el funeral. Fue entonces cuando Federico decide dar un concierto a beneficio de la muchacha y sus hermanos. El concierto se dio en el auditorio del balneario, el cual se llenó hasta los topes, por lo que hubo que repetirlo, logrando la finalidad de los mismos.

La estadía en el balneario duró 5 semanas y de Libusha no se sabe nada más; el viaje de regreso a Varsovia inicia el 11 de septiembre con Federico repuesto de salud y listo para iniciar sus estudios en el conservatorio.

Foto: Monumento a Chopin creado el 8 de Agosto de 1976, conmemorando la estadía de Federico Chopin en el balneario de Reinerz en Silesia.
Tv Projects. www.chopin2010.pl http://www.votravia.com/noticia.asp?valor=229

martes, 20 de abril de 2010

El fin de una época


En 1826, que es su último año en el Liceo de Varsovia, Federico complementa sus estudios en el mismo con nuevas “bagatelas”, como él llama a sus composiciones, así llega el final del curso y se prepara para el examen final.

En esa época, entre los jóvenes se puso de moda el estudiar en el jardín botánico y a Federico esta moda le complacía mucho, aunque se dice que no solamente acudía ahí para estudiar, y que fue visto en el jardín botánico no sólo con un libro y no siempre solo.

Según cuenta en sus memorias Eugenio Skrodzi (amigo de Federico), Federico era ocasionalmente acompañado por una joven, a quien, el mismo Skrodzi señala como el primer amor del joven músico, y cuyo nombre era Alejandrina de Moriolles.

Federico presentó su examen final exitosamente y se graduó con honores. No solicitó el ingreso a la Universidad, ya que continuaría sus estudios en el Conservatorio.

Así el 27 de julio de 1826 el joven Chopin dejó el uniforme del Liceo, el único que llevó en su vida y el cual todavía tenía el vivo blanco.
Nota: La imágen la tomé del sitio: The Fryderyk Chopin Institute.

viernes, 16 de abril de 2010

Una época de conspiraciones


En el otoño de 1825, Federico inicia el último año de su bachillerato, al mismo tiempo es organista en el Liceo y del convento de la Visitación, además de seguir sus lecciones con Elsner.

En octubre escucha por primera vez El Barbero de Sevilla y según lo expresa en una carta a su amigo Jan Bialoblocki le gustó mucho, tan es así, que escribe una Polonesa sobre uno de los temas de la obra de Rossini. La nueva pieza gusta bastante y la entrega a la litografía, pero de ella no se sabe nada más.

El 1 de diciembre de 1825 muere el zar Alejandro I (a quien vemos en la ilustración tomada de la wiki) en Taganrog bajo misteriosas circunstancias, las que jamás serán esclarecidas. Por varias décadas se dijo que el zar no murió verdaderamente, sino que había huido a Siberia, donde vivió como ermitaño por 40 años más con la identidad de Feodor Kusmitch. A fin de terminar con estos rumores, el gobierno ruso, finalmente, decidió exhumar el cuerpo del zar, y al abrir el ataúd, lo encontraron vacio.

Alejandro I era un zar relativamente liberal, y no era totalmente contrario a la idea de la emancipación de los siervos.

A su muerte, el heredero natural era su hermano, el Gran Duque Constantino, pero éste abdico secretamente en 1822 a favor de su hermano menor Nicolás. Los emancipadores conspiraban para derrocar a la monarquía, y el día de la coronación del nuevo zar más de 3 mil soldados, actuando bajo las ordenes de oficiales rebeldes irrumpieron en la plaza del senado, siendo enfrentados por un grupo armado muy superior a ellos, esto se dio porque fueron traicionados por espías de la policía secreta que estaban infiltrados. Como lección a los rebeldes, 5 de los conspiradores fueron colgados, muchos otros torturados y azotados públicamente y cientos fueron sentenciados a un exilio de por vida en los campos de trabajo de Siberia.

El nuevo zar, como nos podemos dar cuenta, era un opositor implacable del liberalismo y no tardó en hacer la siguiente declaración: “La revolución está en muchos de los caminos y puentes de Rusia, pero juro que mientras yo tenga vida no entrará aquí”, y cumplió su juramento.

La conspiración decembrina tiene repercusiones en Varsovia, como consecuencia de la persecución a los rebeldes. También en Varsovia hubo cientos de arrestos y encarcelamientos.

Mientras todo esto pasa, los Chopin pasan la navidad en Zelazowa Wola, Federico siempre feliz de estar en un ambiente rural.

El ambiente de persecuciones, arrestos y de un despotismo rampante se extendió a 1826. En el Liceo y la Universidad, la excitación apenas se podía contener.

Se celebró el funeral de Staszyc, un gran patriota que entregó sus tierras a los campesinos, este funeral ocasionó una gran manifestación, en la que tomaron parte más de 20 mil personas; el lienzo que cubría el ataúd fue rasgado por la muchedumbre y algunos afortunados, como Federico, pudieron guardar un pedacito de este lienzo como reliquia. Había un duelo polaco, y los estudiantes manifestaban su simpatía con los patriotas llevando un vivo blanco en sus uniformes.

Federico se concentraba en sus estudios, pero no hacía a un lado el dolor de los acontecimientos que se daban en su tierra. El martirio de Polonia fue una de sus primeras experiencias, convirtiéndose en parte inseparable de su concepto del mundo. Reaccionaba con la sensibilidad del artista, y encerraba sus experiencias dentro de sí como íntimos secretos.

lunes, 12 de abril de 2010

Concierto en Coyoacán


Ayer a medio día asistí al Foro Cultural Coyoacanense, muy contenta porque había yo visto anunciado, se daría un concierto de la maestra Eva María Zuk, me apersoné en el jardín del foro a las 11:20 AM acompañada de mi madre, quien se sentó en una de las bancas que se encuentran en el jardín del mismo, mientras yo me formaba para entrar.

Poco antes de las 12 del medio día pasó una señora a entregar los boletos de entrada (la cual fue gratuita), así como el programa del concierto, me entregó mi boleto y a mi petición de un boleto para mi mamá me dijo que no me lo daría si ella no estaba formada, le expliqué que era la señora de chamarra roja sentada en una banca del mismo recinto, y que se encontraba ahí porque en estos momentos no puede permanecer parada, ya que tiene una inflamación en el nervio ciático; la señora me dijo que tenía que estar ahí; llamé a mi madre para que se apersonara y obtuviera su boleto, ya que la encargada de la repartición no entendió razones, lo bueno es que cerca de donde estaba yo formada había unas escaleras y se pudo sentar los minutos que restaron antes de que se nos permitiera la entrada. A parte de su dolencia (lo que la califica con una discapacidad temporal) debo decir, que aunque no se le nota, mi mamá es una persona de la 3ª edad, por lo que el personal del foro cultural coyoacanense debió de haber tenido ciertas consideraciones a su persona, como ha sucedido en Bellas Artes, MUNAL, UNAM y un largo etcétera. Pero aquí no paran los defectos de este concierto.

El programa del concierto fue el siguiente:
- Rapsodia Armenia No.2 de Alan Hovhanness
- Andante Spianato y Gran Polonesa Brillante Op.22 de Federico Chopin
Solista: Eva María Zuk
- Rapsodia Húngara No.2 de Franz Liszt
- Rapsodia Rumana No.1 de George Enescu

Tristemente me di cuenta de que no sería un concierto en el que participara en su totalidad la maestra Zuk, pero el Andante Spianato y Gran Polonesa es una obra genial, además de ser una de mis favoritas, y con eso me bastaba.

Tuvimos unos lugares muy buenos, a pesar de estar en la última fila, la vista era inmejorable. Pero el escenario era una verdadera porquería.

El Foro es pequeño y descuidado, el escenario dejaba al descubierto escaleras plegables, cables, tramoya, polvo, una calcomanía mal pegada del escudo nacional, deterioro y mal gusto, ahí estaba la orquesta con todos sus músicos amontonados. A mi parecer el amontonamiento no se podía evitar, pero ese fondo horrendo y de mal gusto sí con una cortina negra. Nunca había yo asistido a un concierto cuyo escenario estuviera tan pero tan descuidado un BUUUU enorme al foro cultural coyoacanense y a la delegación coyoacán, en especial al encargad@ de eventos culturales.

La primera pieza del concierto Rapsodia Armenia No.2 de Alan Hovhanness, me pareció bastante aburrida, la primera impresión que tuve de la Orquesta Sinfónica de Coyoacán (que está celebrando sus 25 años), fue que no me gusto su interpretación, me pareció que les faltaba fuerza y brillo, pero decidí que esperaría, ya que era un pieza que no conocía y tal.

A continuación alistaron el piano que era pequeño, a penas de ¼ de cola; llamó mi atención el banco del mismo pues no era de los que se les ajusta la altura y me pregunté si estaría bien para la maestra, yo usualmente me tengo que poner un cojín para estudiar cómodamente, pero me dije yo estoy chaparrita y la maestra Zuk no tanto; cual va siendo mi sorpresa cuando el señor que alistaba el piano saca un “cojín” mugroso, descosido, del que se estaba saliendo el relleno y lo pone encima del banco ¡El Horror! Yo no daba crédito, verdaderamente no podía creer que llegaran a este colmo del descuido y falta de atención para una artista cuyo talento y virtuosismo es reconocido mundialmente como la maestra Zuk.

Hizo su aparición la maestra Eva María, vestida de gala, siempre guapa e impecable, eso es tener respeto a su público y al recinto en el que se presenta señores de la delegación Coyoacán, aprendan y no sean tan sucios y descuidados. Ella también reparó en el cojín, pero como la dama que es pasó de largo esta situación.

Vestida con un hermoso conjunto negro, la maestra Zuk iba de luto por el accidente mortal del presidente de Polonia y su comitiva, recordemos que la maestra Zuk aunque de nacionalidad mexicana nació en Lodz, Polonia. Nos platicó que este año es el bicentenario del natalicio de Federico Chopin, el más grande músico polaco y a continuación nos solicitó un minuto de silencio en memoria del presidente polaco y sus acompañantes, quienes fallecieron el sábado pasado en un accidente aéreo en Rusia.

Su interpretación del Andante Spianato y Gran Polonesa, fue como la primera vez que la escuche en la ciudadela, excelente y muy emotiva. No había yo escuchado esta pieza con orquesta, pero a mi parecer no hay mucha diferencia, la orquesta sale sobrando, el actor principal en esta magnífica obra es el piano y su intérprete. Al ver a la maestra Zuk, y escuchando su interpretación se me olvidó todo, el mundo mismo, sólo oía y me deleitaba con esa música que siempre me emociona y me hace feliz. Yo aplaudí de pié, agradeciendo de corazón su arte, como encore nos deleitó con un nocturno de Chopin.

A continuación vino un intermedio y luego una interpretación de la Rapsodia Húngara No. 2 de Franz Liszt, de la cual sólo puedo decir que no me gustó. Y para cerrar, la única interpretación de la OSC que me agradó: Rapsodia Rumana No.1 de George Enescu.

miércoles, 7 de abril de 2010

Conciertos en Abril

Ciclo Concertistas de Bellas Artes en la Fonoteca Nacional
Bicentenario del natalicio de F. Chopin
A cargo de Daniel Rodríguez (piano), Obras de Chopin
Sábado 10 a las 13 horas en la Sala Murray Schafer de la Fonoteca Nacional.
Entrada Libre
La Fonoteca Nacional está en Francisco Sosa 383, Barrio de Sta. Catarina, Coyoacán. Además de escuchar el concierto, la Fonoteca Nacional es un lugar muy hermoso que vale la pena visitar.

Concierto de Eva María Zuk
Desconozco el programa, pero el que sea, interpretado por la maestra Zuk vale muchísimo la pena.
Foro Cultural Coyoacanense, que se encuentra en Allende 36. Col. Del Carmen, Coyoacán.
Domingo 11 a las 12 horas.
Entrada Libre.
Saliendo pueden disfrutar de unos churritos con chocolate, o de un café de el jarocho, o de una refrescante nieve de Coyoacán.

Por cierto la maestra Zuk dará un Recital de Piano en Querétaro. Esto será en el Centro Académico y Cultural Campus Juriquilla el jueves 22 a las 20 hrs y la entrada costará $100.00

En la UNAM:

Sábado 10
En torno a Chopin y Schumann
Ensamble Panamericano de Chicago
Mathias Tacke, violín; Andrew Snow, violonchelo; Beatriz Helguera, piano
Nocturno para violín y piano op. póstumo, Polonesa brillante para violonchelo y piano op. 3, Trio op. 8 y Nocturno para violín y piano op. 27 no. 2 de Chopin y Trío no.2 de Schumann
Sala Carlos Chávez/18:00 horas $130.00

Sábado 17
En torno a Chopin y Schumann
Alberto Cruzprieto, piano
Polonesa no. 1, Nocturno no. 1, Nocturno no. 3, Nocturno no. 5, Balada no. 1, Larghetto del Concierto no. 2*, Fantasía-Impromptu op. 66 y Scherzo no. 3 de Chopin
Sala Carlos Chávez/18:00 horas $130.00
*Estreno en México

Domingo 18
En torno a Chopin y Schumann
Edison Quintana, piano
Papillons op. 2 y Sonata no. 2 de Schumann, Polonesa Militar, Polonesa Heroica, valses y estudios de Chopin
Sala Carlos Chávez/18:00 horas $130.00

Sábado 24
En torno a Chopin y Schumann
Silvia Rizo, soprano; James Demster, piano
Diecinueve mélodies polacas op. 74 y Mazurcas op. 17 de Chopin
Sala Carlos Chávez/18:00 horas $130.00

Domingo 25
En torno a Chopin y Schumann
Concierto Internacional
Gergely Boganyi, piano (Hungría)
Allegro de concierto op. 46, Nocturno, Contradanza, Cantabile, Hoja de álbum, Largo en mi bemol mayor, Tres mazurcas op. póstumo, Tarantela op. 43, Dos preludios op. 45 y op. póstumo, Ècossaises op. 72, Bolero op. 19 y Andante spianato y Gran polonesa op. 22 de Chopin
Sala Nezahualcóyotl/18:00 horas $240.00 y $160.00

Para todos los conciertos:
Boletos con el 50% de descuento personal con credencial vigente:
• Estudiantes y maestros en general
• Ex alumnos y trabajadores de la UNAM
• Jubilados del ISSSTE, IMSS e INAPAM

Y para los que gusten del jazz hay un ciclo llamado “Por lo tanto, Jazz”
Jazz Subtilior; sábado 10
Balbi Cotter, Roberto Aymes, Salvador Merchand y Édison Quintana; domingo 11
Sociedad Acústica de Capital Variable; sábado 17
Lourdes Ambriz, Ángel Chacón y Juan Luis Gedovius; domingo 18
Germán Bringas, Iván Bringas, Sim Bringas y Martha Osuna; sábado 24
Adrián Infanzón, Luis Gómez, Mario García y Héctor Infanzón; domingo 25

Museo José Luis Cuevas: Academia 13, Centro Histórico. Del. Cuauhtémoc. México, D.F.
Sábados y domingos, 13:30 horas.
ENTRADA LIBRE.


Y de este mismo ciclo “Por lo tanto, Jazz” en Bellas Artes.
Sibila de Villa, saxofón; Víctor Flores, contrabajo, y Rosino Serrano, piano; viernes 9
Roberto Aymes, contrabajo; Humberto Guerrero, batería, y Abraham Barrera, piano; sábado 10
Stephen Prutsman, piano; viernes 16
Luz Angélica Uribe, soprano, y Édison Quintana, piano; sábado 17
Trío de Eugenio Toussaint; viernes 23
Alain Durbecq, violonchelo; Roberto Limón, guitarra, y Józef Olechowski, piano; sábado 24
Agustín Bernal 4; viernes 30.

Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Viernes, 19:00 horas. Sábados, 18:00 horas.
La entrada es de 20 pesos.

martes, 6 de abril de 2010

El segundo curso en el Liceo

De 1824 a 1825 Federico Chopin cursa su 2º año en el Liceo y el final del mismo coincide con la primera publicación de una obra suya: Rondó en Do menor Op.1. Esta publicación se anuncia el 2 de junio de 1825 en el diario Correo de Varsovia, y fue hecha por la casa de música más famosa de Varsovia instalando a Chopin definitivamente como compositor, ya no era patrocinado sólo por sus amigos, sino por un editor. Por la misma época aparecen en una edición más modesta 2 de sus mazurkas: en sol mayor y en si bemol mayor, en ellas se refleja una interpretación individual de las canciones y bailes que Federico había escuchado en Szafarnia.

Es Julio, y Federico se prepara para los exámenes finales (los que aprueba exitosamente), que tienen lugar el 26 de julio.

De este momento les comparto fragmentos de una carta que escribe a su amigo Jan Bialoblocki, fechada el 8 de julio de 1825.

Querido Jasia!
Es una suerte tener esta oportunidad para escribirte. Te informo que todos están muy bien; en segundo lugar que los exámenes finales están próximos, justo debajo de mi nariz (en la vieja Polonia se usaba decir: “en mi cinturón”; pero como yo no uso cinturón, y sí una gran nariz, tendrás una idea razonable del porqué me refiero a mi nariz). No esperes que te escriba mucho, será una carta corta; estoy muy ocupado y el caballero que trajo la nota de Panna Kostancja, vino esta tarde y se va mañana.
Siento mucho que no estés aquí; he tenido muy buenos momentos, con tu benevolencia, chismorreo, bromas, cantos, lagrimas y risas, entre otras cosas.
En mi carta siguiente te haré saber cómo me fue en los exámenes.
Te enviaré una carta mejor y más larga por correo; mientras tanto te abrazo de corazón

F.F. Chopin

Pd. Zywny y Pani Dekert se encuentran bien; ellos no saben que te estoy escribiendo, de lo contrario te enviarían un mensaje. Mis respetos a tu papá.

Más que nada quiere estar en el campo, en Szafarnia y sus alrededores, deseo que se le cumple el 3 de agosto de ese año. Ahí en el campo, se siente nuevamente fascinado y bebe hasta el último aliento de aire de natural libertad; en este tiempo, él y su amigo Dominik son tratados como adultos e incluidos en las cacerías, en las que el músico disfruta y se desarrolla muy bien, inclusive porta en su cinturón sus presas a manera de trofeos.

En este período Federico descansa, juega y sueña. Visita varios lugares que menciona en sus cartas a sus padres: Dantzig, Plock, Rosciscew, Kikol, Turzno, Kozlow y Torun en donde acude a la que fuera casa del famoso astrónomo Copérnico, quedando profundamente decepcionado del estado de la misma y de que el propietario sea un alemán obeso y seguramente pedorro.

También participa en una fiesta campesina, ya que es la época de la cosecha, baila la Kujaviak (danza nacional de la provincia de Kujavia) y se divierte viendo bailar valses y oberek a los cosechadores, en la misma fiesta se apodera de un contrabajo y lo toca alegremente para el deleite de los participantes; en una palabra se divierte y cosecha imágenes y recuerdos que nunca desaparecerán de su memoria.

En esta ocasión el regreso a Varsovia es pronto, pero regresa satisfecho y lleno de alegría. Al llegar a casa, su hermana Ludwika (Luisa) lo recibe al compás de una mazurka compuesta por ella, Federico la elogia y dice “Es excelente. ¡Hace tiempo que Varsovia no ha bailado con una melodía semejante!”

Nota: El fragmento de carta la tomé del libro Frédéric Chopin Chopin Letters, que es uno de mis tesoros.