Ayer a medio día asistí al Foro Cultural Coyoacanense, muy contenta porque había yo visto anunciado, se daría un concierto de la maestra Eva María Zuk, me apersoné en el jardín del foro a las 11:20 AM acompañada de mi madre, quien se sentó en una de las bancas que se encuentran en el jardín del mismo, mientras yo me formaba para entrar.
Poco antes de las 12 del medio día pasó una señora a entregar los boletos de entrada (la cual fue gratuita), así como el programa del concierto, me entregó mi boleto y a mi petición de un boleto para mi mamá me dijo que no me lo daría si ella no estaba formada, le expliqué que era la señora de chamarra roja sentada en una banca del mismo recinto, y que se encontraba ahí porque en estos momentos no puede permanecer parada, ya que tiene una inflamación en el nervio ciático; la señora me dijo que tenía que estar ahí; llamé a mi madre para que se apersonara y obtuviera su boleto, ya que la encargada de la repartición no entendió razones, lo bueno es que cerca de donde estaba yo formada había unas escaleras y se pudo sentar los minutos que restaron antes de que se nos permitiera la entrada. A parte de su dolencia (lo que la califica con una discapacidad temporal) debo decir, que aunque no se le nota, mi mamá es una persona de la 3ª edad, por lo que el personal del foro cultural coyoacanense debió de haber tenido ciertas consideraciones a su persona, como ha sucedido en Bellas Artes, MUNAL, UNAM y un largo etcétera. Pero aquí no paran los defectos de este concierto.
El programa del concierto fue el siguiente:
Poco antes de las 12 del medio día pasó una señora a entregar los boletos de entrada (la cual fue gratuita), así como el programa del concierto, me entregó mi boleto y a mi petición de un boleto para mi mamá me dijo que no me lo daría si ella no estaba formada, le expliqué que era la señora de chamarra roja sentada en una banca del mismo recinto, y que se encontraba ahí porque en estos momentos no puede permanecer parada, ya que tiene una inflamación en el nervio ciático; la señora me dijo que tenía que estar ahí; llamé a mi madre para que se apersonara y obtuviera su boleto, ya que la encargada de la repartición no entendió razones, lo bueno es que cerca de donde estaba yo formada había unas escaleras y se pudo sentar los minutos que restaron antes de que se nos permitiera la entrada. A parte de su dolencia (lo que la califica con una discapacidad temporal) debo decir, que aunque no se le nota, mi mamá es una persona de la 3ª edad, por lo que el personal del foro cultural coyoacanense debió de haber tenido ciertas consideraciones a su persona, como ha sucedido en Bellas Artes, MUNAL, UNAM y un largo etcétera. Pero aquí no paran los defectos de este concierto.
El programa del concierto fue el siguiente:
- Rapsodia Armenia No.2 de Alan Hovhanness
- Andante Spianato y Gran Polonesa Brillante Op.22 de Federico Chopin
Solista: Eva María Zuk
- Rapsodia Húngara No.2 de Franz Liszt
- Rapsodia Rumana No.1 de George Enescu
Tristemente me di cuenta de que no sería un concierto en el que participara en su totalidad la maestra Zuk, pero el Andante Spianato y Gran Polonesa es una obra genial, además de ser una de mis favoritas, y con eso me bastaba.
Tuvimos unos lugares muy buenos, a pesar de estar en la última fila, la vista era inmejorable. Pero el escenario era una verdadera porquería.
El Foro es pequeño y descuidado, el escenario dejaba al descubierto escaleras plegables, cables, tramoya, polvo, una calcomanía mal pegada del escudo nacional, deterioro y mal gusto, ahí estaba la orquesta con todos sus músicos amontonados. A mi parecer el amontonamiento no se podía evitar, pero ese fondo horrendo y de mal gusto sí con una cortina negra. Nunca había yo asistido a un concierto cuyo escenario estuviera tan pero tan descuidado un BUUUU enorme al foro cultural coyoacanense y a la delegación coyoacán, en especial al encargad@ de eventos culturales.
La primera pieza del concierto Rapsodia Armenia No.2 de Alan Hovhanness, me pareció bastante aburrida, la primera impresión que tuve de la Orquesta Sinfónica de Coyoacán (que está celebrando sus 25 años), fue que no me gusto su interpretación, me pareció que les faltaba fuerza y brillo, pero decidí que esperaría, ya que era un pieza que no conocía y tal.
A continuación alistaron el piano que era pequeño, a penas de ¼ de cola; llamó mi atención el banco del mismo pues no era de los que se les ajusta la altura y me pregunté si estaría bien para la maestra, yo usualmente me tengo que poner un cojín para estudiar cómodamente, pero me dije yo estoy chaparrita y la maestra Zuk no tanto; cual va siendo mi sorpresa cuando el señor que alistaba el piano saca un “cojín” mugroso, descosido, del que se estaba saliendo el relleno y lo pone encima del banco ¡El Horror! Yo no daba crédito, verdaderamente no podía creer que llegaran a este colmo del descuido y falta de atención para una artista cuyo talento y virtuosismo es reconocido mundialmente como la maestra Zuk.
Hizo su aparición la maestra Eva María, vestida de gala, siempre guapa e impecable, eso es tener respeto a su público y al recinto en el que se presenta señores de la delegación Coyoacán, aprendan y no sean tan sucios y descuidados. Ella también reparó en el cojín, pero como la dama que es pasó de largo esta situación.
Vestida con un hermoso conjunto negro, la maestra Zuk iba de luto por el accidente mortal del presidente de Polonia y su comitiva, recordemos que la maestra Zuk aunque de nacionalidad mexicana nació en Lodz, Polonia. Nos platicó que este año es el bicentenario del natalicio de Federico Chopin, el más grande músico polaco y a continuación nos solicitó un minuto de silencio en memoria del presidente polaco y sus acompañantes, quienes fallecieron el sábado pasado en un accidente aéreo en Rusia.
Su interpretación del Andante Spianato y Gran Polonesa, fue como la primera vez que la escuche en la ciudadela, excelente y muy emotiva. No había yo escuchado esta pieza con orquesta, pero a mi parecer no hay mucha diferencia, la orquesta sale sobrando, el actor principal en esta magnífica obra es el piano y su intérprete. Al ver a la maestra Zuk, y escuchando su interpretación se me olvidó todo, el mundo mismo, sólo oía y me deleitaba con esa música que siempre me emociona y me hace feliz. Yo aplaudí de pié, agradeciendo de corazón su arte, como encore nos deleitó con un nocturno de Chopin.
A continuación vino un intermedio y luego una interpretación de la Rapsodia Húngara No. 2 de Franz Liszt, de la cual sólo puedo decir que no me gustó. Y para cerrar, la única interpretación de la OSC que me agradó: Rapsodia Rumana No.1 de George Enescu.
1 comentario:
Exacto!
Mandé por mail esta crítica del concierto con algunas variaciones, me base en las direcciones que tienen publicadas en la página de la delegación y de 5 direcciones 4 me rebotaron como inexistentes.
Pero la mandaré por fax en cuanto pueda.
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