miércoles, 26 de noviembre de 2014

jueves, 13 de noviembre de 2014

De el Vals del Adiós

Como ya hemos platicado, los valses de Chopin no son bailables, son evocativos y emocionales, no invitan como los de Strauss a bailar, por cierto que de Strauss mi vals favorito es El Murciélago.
 
Sobre el Vals del Adiós, que Chopin escribió en 1835, mucho se dice que fue inspirado y escrito para María Wodzinska, pero no hay que dejar que el romanticismo nos arrastre a fantasías. Esta fantasía se dio debido a un relato imaginado del conde Wodzinski, que era sobrino de María, el relato es el siguiente: "Era una tibia noche de septiembre,  todavía brillante como una noche de verano. Abajo, a la puerta, aguardaba el coche de posta. Había un ramo de rosas sobre la mesa, y María tomó una y la tendió a Federico. Este se puso muy pálido,  la mirada inspirada, como si hubiese escuchado una de esas canciones interiores que lo obsesionaban. Entonces se acercó al piano e improvisó un vals. Más tarde,  María lo llamó El vals del adiós. Se creería escuchar en él, después del murmullo de dos voces enamoradas, los golpes repetidos del reloj y el rodar de ruedas sobre el pavimento, cuyo ruido cubre el de los sollozos contenidos. Varias semanas más tarde, María recibía de París el vals copiado. Yo he visto ese precioso manuscrito. Arriba, esta sencilla dedicatoria: 'A la señorita María ' y abajo 'Dresden, septiembre 1835'."
 
El vals en la bemol mayor op 69 no 1 fue dedicado a la señorita Charlotte de Rothschild. A María, así como a otras personas, cuyos nombres también aparecen al márgen de la dedicatoria, el vals fue ofrecido, o lo que es lo mismo, es una obra con dedicatoria múltiple. Pienso que si Chopin lo  hubiera compuesto con fines románticos, la dedicatoria de la pieza sería para una sola persona: María, y no habría lugar para las dudas.
 
Chopin no lo publicó en vida, porque a pesar de ser muy bello no lo consideraba suficientemente bueno... Me pregunto por qué.
 
María y Charlotte
 
 



 

domingo, 2 de noviembre de 2014

De mantenerme ocupada

En mi afán de mantenerme ocupada estos días, saque las telitas de música que compré el año pasado, y me he inventado la tarea de coser un quilt navideño-musical para mi piano, sólo espero tener la voluntad de terminarlo, de ser posible para inicios de Diciembre... Ya les contaré... En breve más de Chopin y Liszt.