martes, 20 de febrero de 2018

De Corredera: Flat is boring!



Flat is boring! es el eslogan de la carrera Buff Non Flat Urban Race que se corrió en su cuarta edición el pasado sábado en Guanajuato, desde hace 2 años tenía ganas de correrla, pero fue hasta ahora que me di el gusto. 

Elegí la distancia de 11km (había una de 6) y pude comprobar que de verdad no hay nada plano en su ruta; subidas y bajadas por las diferentes cuestas que conducen al monumento al Pípila, además de un tramito en el subterráneo y por otras calles de Cuévano. Es una carrera con mucho ambiente y con muchos de esos locos que corren entre quienes me siento feliz. Me divertí tanto como el trabajo que me costó completarla, es decir ¡MUCHO!






Ninguna otra carrera la había terminado con las piernas temblando como flan jajaja

Llegando
A por el Kit

Desayunando en La Flor de Cuévano

Escalinatas

 
Visitando el homenaje a Don Jorgito



Rocinante de sombra

Aquí más fotos por si les apetece mirar: Fotos de Cuévano





lunes, 12 de febrero de 2018

De Música de Chopin: Concierto No. 1 en Mi Menor Opus 11

Sobre los dos conciertos para piano y orquesta que Chopin compuso, leí que ambos fueron escritos en 1830 cuando solamente tenía 20 años, que el primero que compuso fue el que ahora conocemos como Concierto No. 2 en Fa Menor Opus 21 y el Opus 11, que es el que nos ocupa en este post, lo empezó a escribir inmediatamente después del estreno del Opus 21. El Opus 11 se enumeró primero porque fue el primero en conocer la imprenta, esto en junio de 1833 y el Opus 21 en 1836.

El Concierto No. 1 en Mi Menor Opus 11 se estrenó en Varsovia, en el Teatro Nacional el 11 de Octubre de 1830 con Chopin al piano, allá en su patria fue un éxito. 

Justo Romero nos platica que Chopin, al poco tiempo de establecerse en París visita a Kalkbrenner con el manuscrito del Concierto para pedirle su opinión y brindarle la dedicatoria a lo que el compositor que era muy reconocido en la Ciudad Luz acepta gustosamente y aunque le parece pobre orquestalmente, también sabe reconocer en él, el enorme talento del joven polaco. El Concierto se presenta en París en 1835, pero es tachado de anticuado, tiene una clara influencia de los conciertos para piano de Hummel, así como de la música de Kalkbrenner y de Moscheles.  Tras este fracaso en París, Chopin no volvió a preocuparse por él y la obra permaneció olvidada hasta que Paderewski lo recuperó y la incluyó en sus programas, esto ya en el siglo XX. Desde entonces es un concierto obligado en el repertorio de cualquier pianista.

Sobre el 3er Movimiento: “La parte pianística requiere un notable esfuerzo técnico del solista, en una escritura preciosista que discurre a gran velocidad y con figuraciones métricas muy irregulares”.

Jesús Bal y Gay: “Los tiempos lentos nos muestran por primera vez al Chopin de los nocturnos, con esas melodías largas, sostenidas, de un vocalismo pianístico que es uno de los rasgos más personales e inimitables del autor.”

Del 2do movimiento, Chopin escribe a Tytus: “No tiene que ser fuerte. Se trata de un romance, tranquilo y melancólico, que debe dar la impresión de contemplar con ternura un lugar que evoca mil recuerdos queridos. Es una especie de meditación en un clima primaveral, y bajo la luz de la luna”

Y a ustedes ¿a qué lugar los lleva el 2do movimiento de este hermoso Concierto?


viernes, 2 de febrero de 2018

Del Concierto No. 1 de Chopin en la Sala Nezahualcóyotl

El programa No.2 de la primera temporada de la OFUNAM de este 2018 fue precioso, Berlioz me encantó y Chopin me emocionó completamente.

En la plática introductoria nos hablaron de las clases del romanticismo: heroico como la sinfonía No.3 del Gran Beethoven,  revolucionario, nocturnal como las obras de mi amor Chopin, de aquellos artistas que volcaron su romanticismo a la naturaleza, o a la literatura como Berlioz, cuya fuente de inspiración fueron los clásicos de Shakespeare, movido también por el amor a una de sus esposas que fue la actriz shakesperiana Harriet Smithson.

Como ya lo expresé anteriormente, si bien no es la primera vez que escucho el Concierto No.1 para piano de Chopin en vivo, sí fue la primera vez que lo escucho en la preciosa y sonora Sala Nezahualcóyotl y también la primera vez que presencio en vivo la conducción de una Directora de Orquesta: la maestra Claire Gibault, me gustó mucho lo que logró con la OFUNAM y con la pianista, la maestra Zlata Chochieva. Aquí les dejo la semblanza de cada una de ellas que se incluyó en el programa del Concierto:


El programa fue el siguiente:

1-. Obertura de Beatriz y Benedicto. Berlioz
2-. Concierto para piano No.1 en mi menor op.11. Chopin
Intermedio
3-. Selecciones de Romeo y Julieta. Berlioz

De Berlioz puedo decir que, aunque no conozco mucho su obra lo que he escuchado de él me ha gustado mucho, principalmente su Sinfonía Fantástica, que también escuché en La Neza, su música románticamente armoniosa  es agradable a mi oído y a mi sentir.

En cuanto al Concierto No.1 de mi amor Chopin mi emoción fue en ascenso desde que la maestra Gibault tomó la batuta para iniciar su dirección. He leído acerca de este concierto (en una entrada posterior les platico a detalle) que la orquestación no es su fuerte y estoy de acuerdo, que gira todo alrededor y para el esplendor del piano, también estoy de acuerdo, y yo digo que la combinación de ambas cosas  lo hacen maravilloso y también mi favorito de entre los conciertos para piano que he escuchado. Con el primer compás ejecutado por las cuerdas de la OFUNAM se me puso la piel de gallina y con el primer acorde del piano de la maestra Chochieva mis ojos derramaron un par de lágrimas de emoción, una emoción con muchos matices, emoción de contento por estar ahí escuchando, por extrañar mi piano después de casi 5 meses sin poder tocarlo, emoción del recuerdo que alguna vez estudié casi completo el 1er movimiento de este concierto cuando mi maestra de piano aún vivía para guiarme en mi intrépida ambición pianística. 

La interpretación de la OFUNAM y de la maestra Chochieva al piano fue fantástica. 


Como encore, la maestra Chochieva nos obsequió su bellísima interpretación para el estudio de Chopin Op.25 No.9 La mariposa.


He de confesar que mientras escuchaba el Concierto de mi amor Chopin, sin demeritar la ejecución e interpretación de la maestra Chochieva, mi mente me dijo: si fuera Ingolf o Valentina  quienes estuvieran al piano, te estarías volviendo loca de emoción.