Según todas las probabilidades, y debido al estado de ánimo del músico, fue en Stuttgart y durante este período que Chopin compuso los preludios 2 y 24, así como una de mis piezas favoritas para piano: El Estudio Op.10 Num.12 mejor conocido como "El Revolucionario". Al escuchar esta pieza podemos entender la tristeza y desesperación que Chopin sentía por la situación de su tierra, de sus seres queridos y de él mismo. Se volcó en el piano, como él mismo lo expresa y resultado de ello es esta pieza, hermosa, grandiosa, de una voz clara, viril y heroica.
Bernard Gavoty nos dice en su libro que, en lo expresado por Chopin en su cuaderno de notas se puede saber de un sismo que crea una brecha en su vida y en el sentimiento del músico, brecha que jamás se colmará del todo; que entre el Chopin de Polonia y el de París se abrirá el abismo del desarraigo, y que del drama que vivió en Stuttgart jamás se curará.
Federico empacó sus pertenencias, sus manuscritos y su cuaderno de notas y se puso en camino, su destino: París, al que llegaría a mediados de septiembre, para preguntarse allí: ¿Y ahora qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario