Federico Chopin fue un enamorado tímido, de corazón vacilante, como los que vagan con el alma en pena.
A sus 19 estaba enamorado de Konstancja Gladkowska, quien era hija de un administrador del palacio real y que se encontraba becada en el Conservatorio, coincidían en la escuela, Federico se la encuentra en los corredores, a menudo tiene ocasión de tocar en su presencia, participa en su compañía en los ejercicios de los alumnos; podría haberla abordado y sacarle plática fácilmente y luego hablarle de sus sentimientos; pero no se anima, es demasiado tímido y conforme al respecto. Un día al salir de la iglesia, su bienamada le dirige una mirada y como atravesado por un rayo, él se va loco de amor.
Este amor que había ocultado a los hombres lo confiaba a la música. Su piano llevaba mucho tiempo escuchando sus revelaciones. Las hojas del concierto en fa menor se hallaban extendidas en el atril. La parte que compuso primero, y que fue inspirada por Konstancja, es el adagio: una melodía romántica que confiesa su amor entre suspiros.
De su amor silencioso le platica a su amigo Tytus en una carta con fecha del 3 de Octubre de 1829:
A sus 19 estaba enamorado de Konstancja Gladkowska, quien era hija de un administrador del palacio real y que se encontraba becada en el Conservatorio, coincidían en la escuela, Federico se la encuentra en los corredores, a menudo tiene ocasión de tocar en su presencia, participa en su compañía en los ejercicios de los alumnos; podría haberla abordado y sacarle plática fácilmente y luego hablarle de sus sentimientos; pero no se anima, es demasiado tímido y conforme al respecto. Un día al salir de la iglesia, su bienamada le dirige una mirada y como atravesado por un rayo, él se va loco de amor.
Este amor que había ocultado a los hombres lo confiaba a la música. Su piano llevaba mucho tiempo escuchando sus revelaciones. Las hojas del concierto en fa menor se hallaban extendidas en el atril. La parte que compuso primero, y que fue inspirada por Konstancja, es el adagio: una melodía romántica que confiesa su amor entre suspiros.
De su amor silencioso le platica a su amigo Tytus en una carta con fecha del 3 de Octubre de 1829:
"Puede que para mi desdicha haya encontrado mi ideal, a quien sirvo fielmente desde hace 6 meses, sin hablarle de mis sentimientos. Sueño con ella; bajo su inspiración han nacido el adagio de mi Concierto en Fa Menor y esta mañana el pequeño Vals (Op.69 No.2)"
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