Chopin llega a Praga el 21 de agosto al mediodia, junto con sus amigos se hospeda en el hotel U Modre Hvezdy, que en español lo entendemos como Caballo Negro, ahí comen y terminando buscan a un amigo de los Skarbek llamado Waclaw Hanka, quien es bibliotecario del Museo Nacional Checo, distinguido lingüista, erudito eslavo y recolector de canciones populares.
Con él pasean por la ciudad y admiran la torre del Polvorín, la calles Celetna y Karlova, la plaza de la Ciudad Vieja y el puente Carlos, desde donde tienen una hermosa vista del castillo de Praga, visitan la catedral de San Vito, en la cual, Chopin se abstrae en la capilla de San Wenceslao y ante el ataúd de plata maciza de San Juan Nepomuseno. En el mueseo nacional los jóvenes anotaron su nombre en el libro de visitantes; Maciejewski escribió en él 4 estrofas en honor a Hanka, y Federico añadió la música en son de mazurka, música que compuso ahí mismo.
También visita a Pixis, profesor de violín y director de orquesta, le entrega una carta de Blahetka y de Würfel; Pixis lo recibe muy amablemente y le sugiere que se haga escuchar en Praga, pero Chopin declina cortésmente la invitación, ya que piensa lo siguiente: "Tengo pocos deseos de arruinar en Praga el buen nombre que adquirí en Viena. Como el propio Paganini resultó 'desacreditado' aquí, me cuidaré mucho de presentarme."
Conoce también al pianista Klengel, para quien también tenía una carta de Würfel. Klengel lo recibe muy bien y toca para él sus 48 fugas y cánones, cosa que no impresiona a Chopin, quien expresa que el pianista "Toca bien... esperaba algo mejor." (¡me encanta ese nivel de exigencia!)
Después de 2 días y medio en Praga, Federico y sus amigos reanuda su viaje, esta vez el destino es la ciudad bohemia de Teplitz. De Praga opina, en una carta a su familia: "La ciudad es hermosa en su totalidad, cuando uno la mira desde la colina del castillo; grande, antigua y alguna vez opulenta." (Praga 22 de Agosto de 1829)
Con él pasean por la ciudad y admiran la torre del Polvorín, la calles Celetna y Karlova, la plaza de la Ciudad Vieja y el puente Carlos, desde donde tienen una hermosa vista del castillo de Praga, visitan la catedral de San Vito, en la cual, Chopin se abstrae en la capilla de San Wenceslao y ante el ataúd de plata maciza de San Juan Nepomuseno. En el mueseo nacional los jóvenes anotaron su nombre en el libro de visitantes; Maciejewski escribió en él 4 estrofas en honor a Hanka, y Federico añadió la música en son de mazurka, música que compuso ahí mismo.
También visita a Pixis, profesor de violín y director de orquesta, le entrega una carta de Blahetka y de Würfel; Pixis lo recibe muy amablemente y le sugiere que se haga escuchar en Praga, pero Chopin declina cortésmente la invitación, ya que piensa lo siguiente: "Tengo pocos deseos de arruinar en Praga el buen nombre que adquirí en Viena. Como el propio Paganini resultó 'desacreditado' aquí, me cuidaré mucho de presentarme."
Conoce también al pianista Klengel, para quien también tenía una carta de Würfel. Klengel lo recibe muy bien y toca para él sus 48 fugas y cánones, cosa que no impresiona a Chopin, quien expresa que el pianista "Toca bien... esperaba algo mejor." (¡me encanta ese nivel de exigencia!)
Después de 2 días y medio en Praga, Federico y sus amigos reanuda su viaje, esta vez el destino es la ciudad bohemia de Teplitz. De Praga opina, en una carta a su familia: "La ciudad es hermosa en su totalidad, cuando uno la mira desde la colina del castillo; grande, antigua y alguna vez opulenta." (Praga 22 de Agosto de 1829)
Foto: Praga de mi libro Chopin's Europe
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