Le muestra a Elsner el adagio de su concierto, el cual es celebrado por el maestro, trabaja en varias composiciones: el Rondo de su concierto, termina el Allegro del mismo así como el Trío en sol menor op.8, la Fantasía Sobre Aires Polacos, las Mazurkas en do mayor y en fa mayor, la Marcha Fúnebre y escribe varios Estudios y Canciones.
Iba frecuentemente a la librería de Brzezina, examinaba las nuevas publicaciones musicales y no se perdía un estreno de teatro.
Todos los viernes tocaba con Joseph Kessler, un pianista alemán, que recién había llegado a Varsovia y que arreglaba en su casa conciertos con programas improvisados.
Visita a los Radziwill que pasaban sus vacaciones otoñales en Antonin, ahí se encuentra muy a gusto, pasa una semana llena de música y sobre su estadía escribe:
El 19 de diciembre participa en un concierto de la Unión Mercantil. Comparando dicho concierto con cualquiera de los 2 de Viena, parece insignificante, sin embargo la prensa polaca se decide a sacarse la espina de su equivocación y parquedad con la que describió los éxitos de Chopin en Viena, y por ello el 23 de diciembre el Correo de Varsovia escribe: