Un año antes de que Federico iniciara sus estudios con el maestro Joseph Elsner, fue admitido en el Liceo de Varsovia, donde cursaría su bachillerato de 1823 a 1826.
Para ese entonces el prodigo del niño Chopin ya era muy conocido, pues tocaba el piano en los salones de la crema y nata de Varsovia, es en esta época en la que el Gran Duque envía por él a menudo; sin embargo, el aplauso y reconocimiento del público no le hace perder la cabeza.
En cuanto al Liceo, Nicolás tenía una intención clara, quería que su hijo no se contentase con ser músico, sería un hombre culto, así que Federico presentó el examen de ingreso al Liceo y tras aprobarlo sin ninguna dificultad fue admitido en el cuarto curso. Reconocido y gratamente recibido, tanto por el trabajo de su padre y como por la fama que le precedía.
El verano antes de entrar al Liceo, la condesa Skarbek invita a los Chopin a Zelazowa Wola, estas fueron las primeras vacaciones en el campo para Federico, cuenta una leyenda que a petición de la condesa, una tarde, sacaron el piano de la casa y lo colocaron debajo de los castaños y Federico lo tocó, como siempre con los ojos vueltos hacia el cielo. La fama de estos conciertos privados permanecieron en la región y hasta hoy en día durante el verano, en la casa donde nació F.Chopin se ofrecen conciertos, en los que algún pianista, dentro de la casa, interpreta la obra del músico polaco, mientras el público en los jardines se deleita con las melodías.
La Varsovia que Chopin conoce se describe más o menos así: Los cafés Brezezinska y de Paris son los más frecuentados, el parque Lazienki es un visita obligada en la tarde de los varsovianos, las damas salen de paseo por los alrededores o sin salir de la ciudad; a los señores se les ve de traje a la moda, cuellos y puños almidonados, zapatos laqueados y sombrero de copa, acompañando a las damas o caminando en solitario.
Para ese entonces el prodigo del niño Chopin ya era muy conocido, pues tocaba el piano en los salones de la crema y nata de Varsovia, es en esta época en la que el Gran Duque envía por él a menudo; sin embargo, el aplauso y reconocimiento del público no le hace perder la cabeza.
En cuanto al Liceo, Nicolás tenía una intención clara, quería que su hijo no se contentase con ser músico, sería un hombre culto, así que Federico presentó el examen de ingreso al Liceo y tras aprobarlo sin ninguna dificultad fue admitido en el cuarto curso. Reconocido y gratamente recibido, tanto por el trabajo de su padre y como por la fama que le precedía.
El verano antes de entrar al Liceo, la condesa Skarbek invita a los Chopin a Zelazowa Wola, estas fueron las primeras vacaciones en el campo para Federico, cuenta una leyenda que a petición de la condesa, una tarde, sacaron el piano de la casa y lo colocaron debajo de los castaños y Federico lo tocó, como siempre con los ojos vueltos hacia el cielo. La fama de estos conciertos privados permanecieron en la región y hasta hoy en día durante el verano, en la casa donde nació F.Chopin se ofrecen conciertos, en los que algún pianista, dentro de la casa, interpreta la obra del músico polaco, mientras el público en los jardines se deleita con las melodías.
La Varsovia que Chopin conoce se describe más o menos así: Los cafés Brezezinska y de Paris son los más frecuentados, el parque Lazienki es un visita obligada en la tarde de los varsovianos, las damas salen de paseo por los alrededores o sin salir de la ciudad; a los señores se les ve de traje a la moda, cuellos y puños almidonados, zapatos laqueados y sombrero de copa, acompañando a las damas o caminando en solitario.
A penas 1/3 de la población tiene acceso a la educación. La situación de la universidad y escuelas es precario: pocos profesores y mal pagados, lo cual nos lleva a deducir que fue una gran idea la de Nicolás Chopin el convertir su casa en un pensionado de chicos de buena familia y paga.
El Liceo está a una cuadra de su casa, el rector, Linde lo conoce y quiere mucho, tanto que cuando descubre una caricatura de su persona hecha por Federico, se la retira, para un día después devolverla con una nota que decía “Bien dibujado”. Federico estudia con ahínco y hace sus tareas con diligencia.
En su casa el ambiente es inmejorable, tiene varios amigos que se encuentran ahí como pensionados, convive con ellos, sus hermanas y un preceptor contratado para vigilar y ayudar a los pensionados. Junto con su hermana Emilia, quien tiene gran talento para las letras, crean una Sociedad de Esparcimiento Literario, se reúnen todas las noches y ponen a la consideración de los presentes sus trabajos, muchas veces representan obras de teatro, las cuales son el deleite de los mayores, por supuesto hay música interpretada por el hijo varón de los Chopin.
Es una época de responsabilidades escolares pero también de alegrías y buenos ratos.
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