viernes, 15 de enero de 2010

Mi Piano

Es un C.Bechstein construido en Alemania en el siglo XIX.

Consultando la wiki (http://es.wikipedia.org/wiki/Bechstein) y la página de los pianos Bechstein (http://www.bechstein.de/default.aspx) encontré la siguiente información:
En 1853, el señor Carl Bechstein, tomando en cuenta las exigencias de los grandes compositores románticos, desarrolló su diseño revolucionario para el mecanismo y el conjunto acústico, e hizo del piano el instrumento de música por excelencia.
La empresa de fabricación de pianos Bechstein fue fundada desde el 1 de octubre de 1853, por el mencionado Carl Bechstein, en Berlín.

Para 1870, con la recomendación de Franz Liszt y de su yerno Hans von Bülow, los pianos Bechstein se posicionaron como pianos oficiales en muchas salas de concierto, lo mismo que en muchas mansiones privadas. En ese momento había tres fabricantes de pianos establecidos como líderes a nivel mundial: Bechstein, Blüthner y Steinway & Sons.

Una anécdota de pianos Bechstein es: En 1975, el vocalista de Queen, Freddie Mercury, usó un piano Bechstein para grabar la canción Bohemian Rhapsody, una de las más valoradas de la historia de la música; el mismo piano se utilizó para la filmación del videoclip y en la gira de presentación del álbum A Night at the Opera.
La casa Bechstein siempre ha competido con la Steinway & Sons, aunque el sonido de ambas marcas es muy diferente.

Yo he tenido la oportunidad de tocar en pianos de ambas marcas, el mío y el de la sala de conciertos de la Sala Chopin, y ambos tienen un sonido extraordinario, aunque claro está, el de la sala de conciertos es un piano de cola con un sonido impactante, y el mío es un piano vertical, de una sonoridad menor a la de un piano de cola pero que realmente es muy agradable y apreciada ¡Yo adoro mi piano!


Yo en tocando un Steinway & Sons y tocando mi piano

Aquí debo aclarar que no soy de esas personas que tienen cariño u obsesiones por sus pertenencias, como aquellos que consideran a su coche como parte de su familia (get a life!). Pero como en todo siempre hay excepciones, en mi caso mi piano es un objeto al que amo mucho, aunque últimamente lo tengo algo abandonado.

Como platiqué en el primer post, yo no poseía un piano para estudiar en casa, fue hasta el mismo mes en el que cumplí 17 años que mi má me pudo comprar uno, de segunda mano pero muy bueno. Recuerdo que nos lo vendió un consuegro de mi maestra de piano, quien residía en Cuernavaca, la verdad es que no recuerdo cuánto costó, sólo que eran viejos pesos, y que para mi mamá fue un gran esfuerzo el poder comprarlo; además tuvo que ser reparado, se le cambiaron varias cuerdas, todos los martinetes, se le pegaron las plaquitas de marfil de su teclado, las cuales venían completas pero algunas de ellas despegadas. Fue afinado con esmero y cuidado, ya que la plancha de cuerdas, del lado en que se encuentran las graves tiene una pequeña cuarteadura, y esto impide que dichas cuerdas sean apretadas lo necesario, así que de ese lado siempre está un poquito desafinado, pero no es muy significativo.

Cuando fuimos a ver el piano y a cerrar el trato de la compra, el entonces dueño, que previamente había vivido en la ciudad de Puebla, nos dijo que cuando él adquirió el piano, el dueño anterior, le platicó que alguna vez perteneció a Erich Fromm, la verdad es que no he encontrado nada que me pueda confirmar esa aseveración, pero, teniendo en cuenta que ese personaje radicó en las ciudades de México y Puebla, y siendo un piano de origen alemán, pues no tendría por qué ser una mentira.

La primera melodía que toqué en él fue el primo de una pieza para 2 pianos 4 manos llamada Malagueña de Ernesto Lecuona.



Reconozco que le hace falta una buena reparación, ya que en algunas partes su madera está rallada y le faltan algunas de sus aplicaciones también de madera, espero poder ponerlo guapo muy pronto, debo buscar a algún anticuario confiable; será un esfuerzo monetario considerable pero lo vale, él ha sido para mí perseverancia, esfuerzo, satisfacción, alegría y consuelo, ha probado en sus teclas mi enojo y mi ternura, creo que si mi piano fuera una persona sería mi bosom friend ( "A bosom friend--an intimate friend, you know--a really kindred spirit to whom I can confide my inmost soul. ... Anne of Green Gables)



Tal vez habrá más pianos a lo largo de mi vida, eso no lo sé, pero de algo estoy segura, mi viejo Bechstein permanecerá a mi lado hasta mi último aliento.

2 comentarios:

Brenda dijo...

Falta que nos deleites eeeeh.

Anónimo dijo...

sweet! jojo