Lo que en
la actualidad se conoce como depresión post parto fue lo que le pasó Aurore,
después de tener a su bebé se volvió melancólica y triste, al ver esto Casimir
intenta alegrarla y van a visitar con sus amigos de Plessis y también van a
París en donde deciden permanecer una temporada, ya que el humor de Aurore se
ve favorecido, se establecen en una casita en los alrededores de París, pues es
justo lo que pueden pagar y están contentos en ese lugar. Durante este tiempo Luis
XVIII muere y se celebran los funerales, en su autobiografía George Sand dice
que es el último gran acontecimiento de este tipo, por lo que me permitiré
transcribir sus impresiones:
“En esa
época se desarrolló una solemnidad magnífica, la última de esa especie que se
vio en Francia. Fue la ceremonia de los funerales de Luis XVIII, en Saint Denis.
La nación entera llevó luto por la muerte del monarca. Cosa extraña: ese luto
fue usado espontáneamente como una moda y, después de haber luchado yo contra
lo que me parecía una hipocresía o una adulación, me plegué a él para no quedar
como una mancha de color en medio de las otras mujeres vestidas de negro. Las
que me rodeaban pertenecían a la oposición bonapartista o liberal y, sin
embargo, riéndose llevaban esas ropas fúnebres diciendo que el negro sentaba
bien y que de no usarlo pareceríamos
provincianas o almaceneras.
Ya en el
funeral, el espectáculo era terrible. Las paredes estaban tapizadas de negro y
sobre este color destacaban infinitas velas encendidas. En la nave central del
templo un haz luminoso enorme cegaba la vista. La hermosa arquitectura de la
basílica estaba completamente perdida bajo los drapeados; la profusión de luces
deslumbraba. Se necesitaban dos horas
por lo menos para acostumbrarse a la oscilación de las luces sobre el terciopelo
opaco. Una persona dijo a mi lado: ‘Esto no es hermoso, es horrible. Parece el
infierno o un templo de brujos.’
Una música
admirable se oía como sordina. La ceremonia era inacabable. La oración
fúnebre, pronunciada en voz muy tenue,
no fue oída por nadie. Luego llegaron todos los príncipes de la familia real
con trajes de luto en color violeta que recordaban a los de los últimos Valois.
Ese día vi por primera vez a Luis Felipe, entonces duque de Orleans. Aún tenía
aspecto joven. El duque de Orleans se
movía con soltura. A mi alrededor algunas personas lo ponderaron y otras
criticaban su aspecto audaz y burlón. Por último llegó el momento
verdaderamente dramático; es decir cuando el enorme ataúd de plomo fue bajado a
la bóveda abierta. Las cuerdas se rompieron y los guardias de corps que lo
llevaban casi fueron arrastrados y aplastados. Por fin a las cuatro de la tarde
pudimos salir de la iglesia, en la que habíamos entrado a las ocho de la
mañana. Nunca me pareció más hermosa la luz del día y la sensación de aire
puro.”
Por
supuesto que en el texto George nos deja leer su tono de sarcasmo y hasta de
burla.
En el tema de la Corredera, la
entrada anterior les comenté que correría el XI Medio Maratón de la CDMX. Lo
corrí y lo disfruté mucho, aunque sí he resentido los meses que tuve que parar
por mi lesión y esto se reflejó en que ya por el kilómetro 18 me sentía muy
cansada, pero saqué ánimos para continuar y terminar, claro que no contaba con
500 m de más en la ruta, porque no se midió bien la distancia (mi reloj marcó
21.72km), en fin como siempre fue una fiestota y estoy contenta de haber
participado y decidida a sacarme la espinita en cuanto al tiempo logrado. Muchas
gracias a los centinelas y al servicio médico quienes me auxiliaron regalándome
vaselina pues me rocé.
Por cierto
que siempre me acuerdo de la rola con que piso meta en las carreras
significativas, pero esta vez no logro recordar, creo que era tanta mi emoción
y necesidad de terminar que no hice caso de nada más y eso no está nada mal.
Pero sí me acuerdo que cuando iba por la fuente de la diana y pude ver la meta
en mis oídos sonaba: Un Sospiro de Franz Liszt.
Aquí completa mi Playlist XI MM CDMX por si gustan echarle un oído, yo la escuché en random y faltan algunas rolas que no encontré en el Spotyfi
Este año la medalla del medio maratón de la CDMX es la C de méxiCo, pero para
mí es la C de mis cariños: C de mamá, C de familia, C de mi amor Chopin.