Y así como
Chopin se encuentra de vuelta en París para los últimos meses del año de 1835,
así retomo la plática sobre su vida en este blog.
Después de
un viaje muy chido, en el que ve a sus padres, a los Wodzinska, en el que se vuelve
a enamorar, y por último se reúne con Schumann y Mendelsson; Chopin está de
vuelta en París hacia los últimos meses de 1835, lastimosamente cae muy
enfermo, sufre de fiebres muy altas y llega a escupir sangre, la noticia de su
enfermedad se esparce hasta Varsovia e inclusive se llega a especular sobre su
muerte, sin embargo uno de los principales diarios de aquella ciudad (el Correo
de Varsovia) desmiente esos rumores, esto el 8 de enero de 1836:
“Queremos
informar a los numerosos amigos y admiradores del sublime talento de Federico
Chopin que los rumores que han circulado durante varios días acerca de su
muerte carecen de todo fundamento.”
Sus padres
y amigos le escriben pidiéndole que extreme cuidados en su salud. Para
entonces, Chopin ya piensa en su regreso a Dresde, María es el motivo, sin
embargo necesita reunir dinero para costearse el viaje.
La madre de
María le escribe y le dice que la joven lo extraña:
“María
habla a menudo de ti en polaco: ‘¡Me da pena no ver a mi hermano y no ver a
Chopena!’, y llora de verdad ¿Cuándo podremos volver a verte? Si por lo menos
nos escribieras dos palabras para hacernos saber si vendrás este verano.”
Mientras se
llega el verano y para pagar el viaje, Chopin se pone a trabajar en algunas de
sus obras, las cuales pronto son editadas en varias partes de Europa y le
generan el dinero que necesita, además de dar sus clases, que cada vez son más
demandadas.
En el mes de abril Liszt le pide que participe
en un concierto en la sala Erard, y es que en ese entonces tiene lugar el encontronazo
entre Liszt y Thalberg, pero de eso hablaremos en otro post. Chopin accede a
participar en el concierto que se lleva a cabo el 9 de abril de 1836, el cual
es un éxito, en él Liszt toca varios de los Estudios Op25 de Chopin y juntos, a
dos pianos, tocan el Gran Vals de Liszt ¡Qué suerte de aquellos que pudieron
asistir a un concierto como ese y verlos y escucharlos tocar juntos!
La imágen son fotos de un arete mío, el que quedó, el otro lo perdí y no supe ni en qué momento... ups
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