Como ya mencioné, la familia Liszt vivía a las orillas de Viena y Franz debía caminar bastante para recibir sus lecciones. Gracias a la intervención de Salieri, quien conocía personalmente al príncipe Esterhazy, Adam Liszt fue beneficiado con la asignación de un pequeño departamento, del que no tendría que pagar renta, el departamento se encontraba en la calle Krüger #1047; la noticia fue motivo de júbilo para toda la familia, Franz ya no tendría que caminar grandes distancias, ya que sus dos profesores vivían cerca de su nueva vivienda.
El concierto planeado por Czerny se aproximaba, una semana antes del concierto Adam Liszt hizo que su hijo tuviera un ensayo general en su casa, sin orquesta, claro está. Una vez que quedó satisfecho con la interpretación de su hijo y con las formas de agradecimiento y caravanas, Adam le advirtió a su hijo:
“Te ves como un chico de 10 años. Con cualquiera que hables debes decir que tienes 10, aunque ya hayas pasado los 11.”
Antes del concierto se realizó sólo un ensayo con la participación de la orquesta; los músicos que la conformaban se maravillaron al ver la ejecución del pequeño Liszt, entre ellos se escucharon frases de admiración y asombro:
“¡Increíble!, ¡Nunca oí nada semejante!, ¡Pero ¿De dónde sale este chiquillo?, ¿Quién es?!”Un músico de barba blanca se acercó a Adam Liszt y le dijo:
“Señor, hace 40 años que oí tocar a Mozart. Su hijo es un virtuoso como él.”
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