martes, 24 de mayo de 2011

De Chopin: Dando lecciones (parte 1)

Como profesor, Chopin dedicará 6 meses al año a dar lecciones: desde finales de octubre hasta finales de abril, a diario dará de 4 a 5 lecciones, cada una de 45 minutos, pero en ocasiones la clase se prolongaba, esto si el talento del alumno valía la pena.

Recordemos que a él como estudiante no le fue impuesto un método rígido, por el contrario, sus profesores le dieron libertad, desarrollando así su genialidad. Como maestro, según nos dice Gavoty en su libro, Federico evaluaba al alumno y le exige un esfuerzo de acuerdo con sus aptitudes, no existiendo la misma exigencia para un profesional que para un aficionado.

Entre los profesionales menciona a:
Charles Flischt, de 15 años y de quien Liszt comenta con su amigo: “Cuando el pequeño viaje, yo cerraré mi tienda…”.

Adolph Gutmann, conocido como el “buen gigante alemán”, por quien Chopin siente un especial afecto; Lenz, autor de Tres estilos de Beethoven.

Tellefsen, pianista noruego, que en la última etapa de vida de Federico, lo acompaña a Inglaterra y que compartirá, con otro de sus condiscípulos el honor de copiar las obras del maestro.

¿Qué usa para enseñar a sus alumnos?
Ejercicios:
Los Estudios de Cramel,

El Gaus ad Parnassum de Clementi,

Los Estudios de Estilo de Moscheles.

Después:
Los Preludios y Fugas de El clave bien temperado;

Las Sonatas de Mozart;

Los Conciertos y varias Sonatas de Beethoven;

El Concierto en sol menor de Mendelssohn;

Los Valses y piezas a 4 manos Schubert;

Las Sonatas de Weber;

Los Conciertos y diversas piezas de Field y Hummel;

Transcripciones de Liszt;

Algunas piezas de Haendel, Scarlatti, Dussek, Ries, Hiller y Thalberg;

Y por supuesto, pero jamás impuestas sus obras personales.

Gavoty describe así una lección de Federico Chopin: “Una lección de Chopin no es el cumplimiento de un trabajo forzado, sino la ejecución de un deber respecto del cual tiene la más elevada conciencia.”

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