El concierto, tan esperado y planeado por Adam Liszt y Czerny se llevó a cabo, entre los invitados se encontraban el príncipe Metternich y Rossini, a quien vemos en el ilustración tomada de la wiki, y que estaba de paso en Viena, además de otros aristócratas de la ciudad.
Las ejecuciones del pequeño Franz fueron excelentes, el público las recibió con admiración y muchos aplausos, tan grande fue al ovación que dio un encore, para el cual su padre pidió a la aristrocracia y al público (en ese orden), que le proporcionaran temas sobre los cuales su hijo improvisaría. El niño varió e improvisó una decena de frases musicales, enlazando con ellas también los motivos solicitados a viva voz; para finalizar Adam susurró a su hijo que era más que apropiado que tocara algo de Rossini, ya que el maestro presenciaba el concierto, en respuesta Franz tocó unas variaciones de Zelmira, que era la última ópera compuesta por Rossini, quien quedó muy complacido y, al encontrarse con Salieri le felicitó y alabó al gran alumno que tenía.
El concierto fue todo un éxito, y Adam ya pensaba en organizar algún otro y en que con esta demostración del talento de su hijo le sería más fácil obtener becas de los aristócratas, también que la suerte de su familia se había decidido favorablemente.
Las ejecuciones del pequeño Franz fueron excelentes, el público las recibió con admiración y muchos aplausos, tan grande fue al ovación que dio un encore, para el cual su padre pidió a la aristrocracia y al público (en ese orden), que le proporcionaran temas sobre los cuales su hijo improvisaría. El niño varió e improvisó una decena de frases musicales, enlazando con ellas también los motivos solicitados a viva voz; para finalizar Adam susurró a su hijo que era más que apropiado que tocara algo de Rossini, ya que el maestro presenciaba el concierto, en respuesta Franz tocó unas variaciones de Zelmira, que era la última ópera compuesta por Rossini, quien quedó muy complacido y, al encontrarse con Salieri le felicitó y alabó al gran alumno que tenía.
El concierto fue todo un éxito, y Adam ya pensaba en organizar algún otro y en que con esta demostración del talento de su hijo le sería más fácil obtener becas de los aristócratas, también que la suerte de su familia se había decidido favorablemente.