lunes, 21 de junio de 2010

De regreso en Varsovia (1828)

Federico llega a Varsovia el 6 de Octubre, contento después de su viaje a Berlín y de visitar en Poznan al príncipe Radziwll, con quien toca piezas de música de cámara para cello y piano; en la misma visita toca duetos con Klingohr, el profesor de las princesas y termina con improvisaciones. Cena con Wolicki, arzobispo de Gniezno y pariente de los Skarbek.

Ya en Varsovia no pierde el tiempo para reanudar sus estudios de su tercer y último año del Conservatorio, el cual fue mera formalidad. Chopin había dejado atrás la escuela. Sus ejercicios prácticos terminaban siempre con alguna composición suya, y las lecciones de teoría en conversaciones íntimas con Elsner, quien había dado al estudiante todo lo que podía. Había convencido al joven compositor de su propia originalidad, sentirse seguro de sus audaces ideas. Al final el maestro sólo ayudó a Chopin a convertirse en Chopin. Seguramente pensaba en él y en Federico cunado expresaba: "Es un mal profesor el que no se ve superado por su discípulo."

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