lunes, 17 de julio de 2017

De Chopin: Sus retratos

Estaba hojeando la Revista Pauta dedicada a Chopin, en busca de algo que pudiera compartirles, y me encontré la explicación de un par de retratos de mi amor Chopin, hechas por Alfred Cortot. Me permitiré agregar otros dos retratos muy famosos del músico polaco y que son mis favoritos:


Data de 1836 y fue pintado por la mismísima María Wodzinska, en la época en la que era novia de Chopin, ya sabemos que ese noviazgo no se concretó, debido a que los padres de María se opusieron por la débil salud de Federico. Este retrato se encuentra en el Museo Nacional de Varsovia.

Mi favorito es el retrato más conocido de Chopin, el cual fue pintado en 1838 por su amigo Eugène Delacroix, se dice que el pintor tenía la intención de mostrar en el mismo cuadro tanto a Chopin como a George Sand: El lienzo mostraba al compositor tocando el piano mientras la escritora está sentada a su derecha escuchando la música y cosiendo. 
Sin embargo, como sucedió con su relación, las pinturas permanecieron separadas, poco después de la muerte del pintor, el cuadro fue partido en dos: Una, la del músico (mostrándose sin el piano), se expone actualmente en Paris, en el museo del Louvre; y la de la escritora se encuentra en Dinamarca, en el Museo Ordrupgard de Copenhague.


Ahora sí voy con lo que encontré en la Revista Pauta:

“Alfred Cortot, sobre el retrato atribuido a Luigi Rubio.

Demacrado, con más melancolía que dolor, el conmovedor rostro aparece marcado por los estigmas de la enfermedad que no perdona. La boca y en mentón siguen siendo los de un adolescente, salvo que los labios están exangües y la línea del óvalo embebida de inquietante fragilidad.
Sólo una trémula nariz borbónica –objeto de sus constantes bromas y que en otros podrá calificarse de sensual- opone a esos amenazadores índices de consunción interior el extraño ardor de su vitalidad.
Está aquí tal y como su mensaje sonoro nos invita a imaginarlo y maravillosamente próximo a la ternura compasiva que nos inspira su breve y dolorosa existencia, dividida entre una irresistible necesidad de confianza y un instintivo terror a la decepción.”

Es importante mencionar que este retrato claramente fue atribuido durante mucho tiempo a Luigi Rubio, hoy se sabe que en realidad fue pintado por Teofil Kwiatkowski en 1843.

“Alfred Cortot sobre la fotografía.

Embebido de cierta gravedad, el ancho rostro de salientes fuertemente acusados despierta una especie de concentración amarga y casi de rechazo instintivo a dejarse captar así por un medio extraño a los fenómenos del espíritu y de la sensibilidad.
Una fatiga extrema a sus rasgos contraídos se lee con evidencia. Una fatiga que lo mismo podría ser la señal involuntaria de una defensa interior. La mirada firmemente tensa y casi malintencionada, los labios nerviosamente crispados, todo prueba falta de abandono y espontaneidad.
La placa sensible solo ha retenido del ser una apariencia transitoria y propiamente exterior a su verdad profunda. Sólo ha captado un rostro del que estaba ausente el alma, una envoltura corporal en la que, por un momento, no habitaba su espíritu.”

La fotografía fue tomada por Louis-Auguste Bisson en 1849, mismo año en el que Chopin muere.

Y bueno muy personalmente puedo decir que el retrato que pintó María me gusta mucho, porque se mira un Chopin guapo y contento, el de Delacroix me fascina, por ser una imagen sumamente romántica; mientras que el de Teofil Kwiatkowski no me gusta mucho, y el daguerrotipo, vaya pues me encanta que Chopin se haya animado a hacérselo, pues el daguerrotipo es el antecedente de la fotografía que es otra de las cosas que más me gustan y disfruto, pero sí, se le ve atormentado, no muy a gusto en esa imagen, recordemos que fue hecho en el mismo año de su muerte, cuando su salud estaba ya muy minada y supongo que eran pocos los momentos en los que no se sentía mal. 

Y esta frase de Cortot se va para mi colección: 
"una irresistible necesidad de confianza y un instintivo terror a la decepción" 

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