jueves, 29 de octubre de 2015

De Ingolf Wunder: Su recital en el Festival Internacional Cervantino 2015

Fue en junio cuando anunciaron el cartel del Festival Internacional Cervantino de este año, por esas fechas, a mi regreso de la Ciudad Luz yo miraba la página de mi pianista favorito: Ingolf Wunder y sorpresa que me llevé al leer en su lista de tours que daría un recital en Guanajuato México el 23 de octubre, como parte del FIC de este año. La noticia me puso muy feliz y en cuanto salieron a la venta los boletos compré el mío, ya que era un concierto que por nada del mundo me perdería.

El día llegó y muy tempranito me encaminé a la central de camiones del norte para abordar el autobús que tras un poco más de 5 horas me llevaría a la capital cervantina de México. Al llegar me instale en un hotelito del centro y comí delicioso en el restaurante Casa Valadez, posteriormente y después de caminar por las empedradas y bellas calles de Guanajuato me dirigí al Templo de la Compañía de Jesús que es donde se llevaría a cabo el concierto y ahí esperé a que nos permitieran entrar.

Una vez adentro y ya que se reunió más gente, pero antes de la hora de inicio del recital, el pianista y crítico musical Lázaro Azar, quien se encargó de hacer una magnífica presentación escrita del concierto, nos platicó sobre las obras que íbamos a escuchar y también sobre la trayectoria del maestro Wunder. Una plática muy amena e interesante.
Mientras Lázaro Azar nos explicaba el programa, vi entrar a Ingolf y me emocionó mucho el saber que en un momento más oiría sus interpretaciones en vivo y que el mundo desaparecería escuchando su piano.

Usando una campana de mano de la iglesia en la que nos encontramos se dieron las 3 llamadas y por fin salió Ingolf al escenario, lo primero que tocó fue la Sonata Appassionata del gran Beethoven una obra trágica, fuerte y magnífica y así la interpretó Ingolf. Luego vendrían las obras de mi amor Chopin: Nocturno Op. 55 N. 2 hermoso, romántico y sublime, durante la Competencia Internacional de Piano F.Chopin de 2010 recuerdo que escribí en el facebook de dicha competencia que Ingolf sabía muy bien la manera en que Chopin debe ser tocado y sigo pensando igual. A continuación Polonesa Heroica, para quien me conoce y/o ha leído este blog sabe que esta pieza es muy significativa para mí porque siempre me recordará a una de las personas que más he querido: mi maestra de piano Lolita, estaba yo expectante porque nunca se la había escuchado a Ingolf y bueno qué puedo decir fue sensacional, su interpretación es ya otro recuerdo feliz e inolvidable y se suma a lo que me evoca esta pieza.



Vendría el intermedio con muchos aplausos al final de la primera mitad del recital, todos ellos agradecidos con una sonrisa.

Seguiría la Polonesa Fantasía, maravillosa. En la Competencia Internacional de Piano F.Chopin de 2010 Ingolf ganó la mejor interpretación a esta pieza y pudimos escuchar y ver el porqué.

Tocaba el turno para el guapísmo Liszt, de él escuchamos 2 piezas: Soneto 104 del Petrarca y Hexameron S.392. La primera de ellas, nos explica Lázaro Azar forma parte del segundo de los cuadernos de Años de Peregrinaje, que como ya platicamos en un post pasado, están llenos de obras de un Liszt enamorado. Al escuchar este Soneto me pareció tan moderno no pareciera haber sido escrito en el siglo XIX, muy fuerte y muy hermoso.
Y vendría la joya que es Hexameron, he leído que son pocos los pianistas que tienen la capacidad y el ánimo para tocar esta pieza que es muy muy bella y que Ingolf interpretó magistralmente. Aquí la explicación que nos da Lázaro Azar sobre esta preciosa pieza:

Escuetamente anunciada en nuestro programa de mano como Hexameron, el pomposo nombre completo de esta partitura graba­da en su versión orquestal en el disco más reciente del Maestro Wunder es Morceau de Concert  -Grandes Variations de Bravoure pour Piano sur la Marche des Puritains de Bellini, composées pour le Concert de Mme la Princesse Belgiojoso au Bénéfice des pauvres" y justo es decir que una obra con un título tan largo, no iba a ser compuesta por un solo compositor, sino que es el resultado de la inusual colabo­ración entre seis compositores a quienes conminó la Princesa Bel­giojoso con tal de hacer más atractiva la soirée que tendría lugar en su mansión parisina la tarde del 31 de marzo de 1837.

Es sabido que a pesar de los empeños de Liszt por terminar la obra -debía componer y orquestar los puentes con que "embona­rían" todas las partes- la obra no estuvo lista para la ocasión, y si bien todo parece indicar que nunca acabó la orquestación, dejan­do esa versión como un bosquejo para ser interpretado a dos pia­nos, cuya reducción para piano solo sí llegó a publicar y es la que aquí se interpreta, dicho concierto pasó a la historia porque fue durante el que se llevó a cabo el célebre "duelo" entre Liszt y Thal­berg por ver quién de los dos era el mejor pianista de la época.

El resultado no pudo ser más comentado: tras que ambos toca­ran las obras más lucidoras de su repertorio, la Princesa dictaminó que Thalberg era "el primer pianista del mundo".., para declarar después que "Liszt, era el único", como única es, también, esta am­biciosa partitura en la que él no solamente combinó y contrastó a su antojo las contribuciones de media docena de colegas, sino que no tuvo empacho en remover el último compás de las variaciones entregadas por Czemy y Chopin, con tal de poder ligarlas mejor con los interludios de su autoría: el primero fue una interrupción dramática y, el segundo, una meditativa coda precediendo el Finale.

Sobre la estructura seguida por Liszt para dar forma a esta obra monumental, su más distinguido intérprete, el pianista, musicólo­go e investigador australiano Leslie Howard señala que "la noble introducción comienza con un tema de Liszt que frecuentemente alterna y contrasta con el tema de Bellini. Lejano a la bravura de sus contrapartes, Chopin destaca por la plácida belleza del noctur­no que envió, Thalberg por su proverbial efecto de "tres manos", Pixis por sus vibrantes octavas y Herz por su moto perpetuo. Como buen pedagogo y maestro de Liszt, Czerny dispuso con gran inge­nio de todos sus recursos pianísticos pero fue Liszt quien, tras contenerse durante los puentes e interludios, se llevó las palmas con su brillantísimo Finale".’

Al terminar aplaudimos muchísimo y de pié y con una sonrisa mi pianista favorito nos obsequió con un encore, que si mis oídos no me engañan fue el Estudio Op.23 N.5 de Scriabin. Pues sí me engañaron... fue el vals Mephisto no. 1 de Liszt, gracias Maxelltap por el comentario.


Y pues que me acerco a pedirle me firmara el librillo del primer cd que de él compré, con una sonrisa accedió y también a tomarse una foto conmigo, la imagen de la misma cuenta más de lo que yo les pueda decir.


En el momento que me firmaba el cd le dije que le agradecía haber venido a México y me contestó que era un placer para él; aproveché para preguntarle cuál era su pieza favorita de Chopin, me dijo que realmente no podía elegir una, pero si tuviera que hacerlo creía que sería la Polonesa Fantasía.



Y así me despedí de Ingolf Wunder un pianista virtuoso, sencillo y encantador que seguirá siendo mi favorito.

Por cierto que esto fue lo que publicó en su cuenta de instagram:



Ojalá lo tengamos de vuelta pronto.

Pd. Por acá fotos de Guanajuato FIC 2015

2 comentarios:

Unknown dijo...

Qué tal! Gracias por este blog; Estuve presente en tremendo concierto que ofreció Ingolf. El encore que nos obsequió, se trataba nada menos que del Vals Mephisto no. 1 de Liszt. Saludos!!!

Damaris GVC dijo...

Mil gracias x la corrección, ya la incluí en el post.
Y sí gran concierto. Inolvidable ☺