Mientras me pongo al corriente, en lo que se refiere a la
vida de F. Liszt, les dejo un texto que recién leí y que es lo que Liszt le
narró a su alumna Lina Ramann, a cerca de la
ocasión en que él conoció a Beethoven.
“Primero
toqué una pieza pequeña de Ries. Cuando hube terminado, Beethoven me pidió si
podía tocar una fuga de Bach. Elegí la fuga en Do Menor de la Clave bien
temperado. ‘Y ¿podrías también cambiar de tonalidad la fuga?’ Me pidió
Beethoven. Afortunadamente fui capaz de hacerlo.
Después de mi acorde de cierre
miré hacia arriba. La mirada oscura y brillante del gran maestro se posaba
sobre mí. De repente una suave sonrisa pasó por su rostro sombrío, y Beethoven
se acercó a mí, se inclinó, puso su mano sobre mi cabeza y me acarició el pelo
varias veces. ‘Un diablo de compañero’ murmuró.
De pronto me sentí valiente y
le pedí ‘Ahora, ¿Puedo tocar algo de usted?’. Beethoven sonrió y accedió. Toqué
el primer movimiento de su Concierto en Do Mayor. Cuando concluí Beethoven me
tomó con sus dos manos, me besó en la frente, y dijo gentilmente: ‘¡Ve! ¡Eres
uno de los afortunados! Darás dicha y felicidad a mucha gente! ¡No hay nada
mejor o más lindo!”
Liszt
dijo esto con un tono de profunda emoción, con lágrimas en sus ojos. Estuvo en
silencio por un momento, y luego dijo:”Este evento en mi vida se ha mantenido
como mi más grande orgullo de toda mi carrera como artista.”
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