Se preparó un nuevo concierto, un solo, el cual se llevó a cabo el 13 de abril de 1823, los Liszt deseaban que Beethoven acudiera al concierto. Adam redacto la invitación, como si fuera el pequeño Franz quien la escribiera y decía:
“Daré un recital el domingo 13 y humildemente le ruego la gracia de contar con su eminente presencia.”
La invitación fue entregada en persona, los Liszt y Czerny se apersonaron en la casa de Beethoven para entregar la invitación, pero también para solicitarle un tema o melodía para que el niño tocara en el concierto; justamente ese día, Beethoven se encontraba de particular mal humor, por lo que las visitas no fueron, para nada bien recibidas y su petición fue tomada como indiscreta, irrazonable e impertinente.
Sin embargo, y para sorpresa de más de uno, Beethoven asistió al recital, hay que recalcar que para ese entonces ya estaba completamente sordo, y a pesar de ello ahí estuvo. Cuando el pequeño terminó de tocar, Beethoven, impulsivamente se acercó al escenario, tomó al niño en brazos y lo beso en la frente. Muchos tomaron este acto como un gesto de sucesión de un genio a otro.
Hay biógrafos que dicen que Beethoven no acudió al concierto, el mismo Schindler, quien era su secretario, se contradijo en diferentes años sobre este punto; algunos afirman que el beso fue dado en la casa de Beethoven, en fin, concluimos que de esta anécdota no se tiene suficiente documentación; pero de lo que no hay duda es de que el beso sí fue dado, así lo afirmó Liszt a Lina Ramann, cuando ella le preguntó acerca del suceso, esto ya en los últimos años del húngaro.
Hay biógrafos que dicen que Beethoven no acudió al concierto, el mismo Schindler, quien era su secretario, se contradijo en diferentes años sobre este punto; algunos afirman que el beso fue dado en la casa de Beethoven, en fin, concluimos que de esta anécdota no se tiene suficiente documentación; pero de lo que no hay duda es de que el beso sí fue dado, así lo afirmó Liszt a Lina Ramann, cuando ella le preguntó acerca del suceso, esto ya en los últimos años del húngaro.
Otra afirmación dice que Beethoven en ese encuentro le dijo al niño:
“Eres un ser feliz y harás felices a los demás. Nada más hermoso…”
El éxito en Viena era una realidad y Adam decidió que su hijo continuaría su educación en la capital de la música en Europa, decidió que Franz conquistaría París.
Foto: Busto de Beethoven que tomé en la escuela de música de la Universidad de Guadalajara, en Guadalajara Jalisco.
2 comentarios:
Hola!
Oye, tu historia esta muy bonita, pero ese encuentro jamas se realizo. Beethoven nunca fue a oír al gran Liszt. Lo que si esta super documentado, por ejemplo en la biografía de L. Ramann, que Beethoven si escucho a Liszt tocar el piano (una fuga de Bach y un tema improvisado)en su casa... y hay le dio el "beso consagrador" a Liszt!
Hola!
Gracias por el comentario, de hecho en el post sí menciono el dato, de que se dice que Beethoven no fue al concierto pero que sí le dió el beso en casa de Beethoven, esto según Lina Ramann, quien le preguntó al respecto al mismísimo Liszt en sus últimos años de vida :D
Saludos
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