Yo fui una
de esas niñas de los 80’s-90’s encantada con el anime de Candy Candy, enamorada
de Anthony y luego de Terry. La historia del manga fue escrita por Keiko
Nagaita bajo el pseudónimo de Kyoko Mizuki e ilustrada bellamente por Yumiko
Igarashi
A
principios de año, me enteré por la publicación de un amigo, que una editorial
española sacaría la versión novelada de la historia de Candy Candy, esta, según
la autora es la historia definitiva de las aventuras de esta adorable pecosa.
Cabe mencionar que sabía desde hace más tiempo (un par de años o más) que esta
historia existía, pero se antojaba difícil que se tradujera del japonés al
español ¡qué bueno que lo difícil se hizo posible!
La autora
nos dice el por qué decidió escribir esta novela: “Cuando el manga y el anime
de Candy se terminaron, me quedó cierto pesar en el cuerpo. Originalmente,
Candy era una historia orientada a un público infantil, por lo que en este sentido estaba satisfecha. Sin embargo,
quedaban muchos puntos que, personalmente, no me convencían. Por eso sentía el
deseo de escribir una novela algún día, otro sueño imposible.”
La lectura
de este libro ha iluminado algunas de mis noches durante este confinamiento, me
ha hecho recordar y sonreír.
Aquí les
dejo las frases que más me gustaron:
“Dulce Candy…” En ese preciso instante, la
joven sintió que el corazón se le abría de par en par, cual capullo de flor.
Así que eso era lo que se sentía cuando amabas
a alguien. Una sensación absorbente, tan dulce que duele, que te hace querer
gritar.
“Las flores mueren, sí, pero renacen más
bellas. Las personas mueren y renacen de una forma hermosa en el corazón de
aquellos que los recuerdan. Por eso, Anthony, yo viviré siempre dentro de ti.”
Mamá de Anthony.
“No se ofenda, doña Pecosa – ironizó el joven -.
Si te enfadas, las pecas se te marcan más. – Acercó su rostro al de Candy y
silbó -. ¡Es una barbaridad! ¿Tienes cara detrás de las pecas? Pobrecita…”
Terry.
T.G. siempre que hablaba de él en su diario,
utilizaba sus iniciales en lugar de su nombre completo.
Terry. Sentado frente al piano de cola que
había muy cerca de la ventana, Terry deslizaba sus largos dedos con elegancia
por el teclado. La música que brotaba del instrumento era como un haz de luz
que, brillando con fuerza, se propagaba hacia el exterior y atravesaba la
pared.
Nota: En la historia del manga no aparece
ningún indicio que indique que Terry toca el piano, al leerlo en este libro me dio
mucha alegría (ya sé que es ficción, pero qué importa) y ahora sí que Terry me
parece perfecto.
“¿Sabes, Candy? El mar no siempre está en
calma. El mar es como la vida: hay momentos de paz y momentos turbulentos. Pero
no importan las circunstancias, el barco ha de tratar de controlar las olas y
de seguir siempre su camino, con todas sus fuerzas.” Capitán Niven.
“La mujer que te crió, la señorita Pony, tenía
razón: debemos estar preparados para seguir caminando por que la vida da muchas
vueltas. Pero no significa que no haya sitio para la esperanza.” Archi.
Nota: Estas dos últimas las adopto
especialmente en estos momentos en los que me gusta tener la esperanza de que
estaremos bien, de que venceremos a esta pandemia, de que saldremos bien
librados, de que pronto abrazaré a mis familiares y amig@s, de que podré ir a
correr a donde me venga en gana, de que las carreras y los conciertos volverán.
“Como dice la señorita Pony, ninguno de
nosotros podemos saber qué nos espera a la vuelta de la esquina. Aunque tengas
que soportar un dolor tan grande como para desgarrarte el corazón, si lo
afrontas sin temor, encontrarás algo maravilloso en la siguiente esquina… Yo la
creo.” Candy.
Nota: Alguna vez leí que la autora de la
historia de Candy Candy se había inspirado a su vez en una bellísima historia
canadiense, sobre una niña huérfana con muchas pecas y una naricita hermosa
quien era peli roja de nombre Anne Shirley. Sí gracias a Candy Candy conocí una
de mis historias favoritas: Anne of Green Gables; y justamente en la frase
anterior se puede ver algo de esa influencia en la escritura de Keiko, esta es
una frase de Anne of Green Gables y que es semejante a la que se le lee a
Candy: “… mi futuro parecía extenderse ante mí como un camino recto. Pensé que
podía ver a lo largo de muchos hitos. Ahora hay una curva en él. No sé que hay
a la vuelta de la esquina, pero voy a creer que es lo mejor.”
“-¡Bienvenido!- Me levanto, saboreando la
alegría de poder pronunciar esa palabra, y me sumerjo en los brazos abiertos de
mi amado” Candy.
Nota: ¿Quién será ese amado? Para mí es Terry,
Terry que toca el piano.
Por cierto que la editorial española se llama Arechi Manga.
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