sábado, 2 de diciembre de 2017

De reflorecer: Mi violeta Aurore

Lo primero que me colgué al hombro cuando pude acceder a mi casa después del terremoto del 19 de septiembre (con esa terrible duda en mi cabeza de si podría volver a entrar en ella después) , fue la mochila de mi cámara. Si hubiera podido me hubiera echado mi piano a la espalda. 

Días después, cuando se revisó el edificio departamento por departamento, pude llevarme conmigo a mi violetita Aurore, esto ocurrió justo a tiempo para salvarla de la fumigación que se llevó a cabo posteriormente.

Así lucía cuando llegó al nuevo lugarcito en donde ahora toma indirectamente los rayos del sol:

Sus hojas se pusieron de un verde brillante y le salieron varias nuevas, pero fue hasta un día después de mi regreso del pueblo de Tequila (me fui a correr el XX Medio Maratón Mundo Cuervo), que me encontré con la agradable sorpresa de que tenía retoños, me puse muy contenta.

Luego me di cuenta de que eran más de los que me había percatado:


Y desde entonces sigo día a día su floración:



Esta foto es del día de hoy, faltan muchos botones por abrir y lo único seguro es que si lo logran mi Aurore se verá muy hermosa:



Y la lección que esta bella planta me deja es que mientras estemos vivos hay que adaptarnos a los cambios, a los nuevos lugares y hay que volver a florecer.



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