El fin de
semana vi un documental sobre el Maestro Wilhelm Furtwängler, uno de los más
grandes directores de orquesta que han pasado por este planeta, el documental
se llama Furtwängler’s Love y lo compré hace ya varios años a razón de que vi
la obra de teatro Tomar Partido, con las magníficas actuaciones de Humberto
Zurita y el guapote Rafael Sánchez Navarro; esta obra trata sobre las investigaciones que se le
hicieron a Furtwängler como supuesto simpatizante del partido nazi.
El
documental que fue dirigido por Jan Schmidt-Garre en 2004 obtuvo el Premio
Praga, y tiene como protagonista a Elisabeth Ackermann Furtwängler, la segunda
esposa del director, quien junto con la música era el amor de Furtwängler, ella
nos platica cómo lo conoció, cómo era él, cuándo y cómo se casaron; lo cual
está padre, pero lo verdaderamente interesante es que podemos conocer ideas y
conceptos del compositor-director, por aquí les dejo los que me parecieron más
interesantes:
Lo que más
amaba de la música era componer, él estudió para ser compositor, pero se volvió
director porque se le presentó la oportunidad, sin embargo con esto no era del
todo feliz, no dejó de componer, pero sólo dedicaba los momentos libres a esta
actividad que era lo que realmente amaba, y al no dedicarse de lleno a eso
sentía que se traicionaba a sí mismo:
“Sé mejor
que nadie que la vida que llevo no es mi vida, que estoy a punto de vender mi
primogenitura, mi alma, por un tazón de lentejas. Pero no ocurrirá. Cuantos más
éxitos exteriores obtenga hoy, antes podré dar el gran paso que tengo que dar.”
Gustaba de
componer música atonal:
“Ir de la
mano de un músico atonal es como atravesar un bosque espeso. Las flores y las
plantas más extrañas y maravillosas llaman tu atención. Uno no sabe de dónde
viene ni a dónde va.”
“El componer
es algo que sólo puede surgir desde el presente, si ha de tener sentido.”
Pero cuando
hablaba de la dirección, hablaba de amor:
“El
dirigir, tiene como cada interpretación un momento, y cada momento debe
aprenderse de nuevo y la obra renacer.” (Sin lugar a dudas esta es la frase que
más me ha gustado porque ¿qué es la vida sino momentos?)
“Hay que
sumergirse en una obra de arte, es un mundo autónomo, un mundo en sí mismo.
Este proceso se llama amor. Es lo contrario de la evaluación o la comparación.
Ve solamente lo incomparable, lo único.
Este amor
conmovido una y otra vez por la obra, nos permite comprender la obra en su
conjunto. Y el todo no es otra cosa que el amor. Las partes aisladas se pueden
comprender mediante el intelecto, pero el todo sólo se puede comprender con
esta clase de amor vivo.”
Más sobre
dirigir
“Es fácil
alcanzar la precisión en el ritmo batiendo la batuta con determinación y
claridad. Pero combinar eso con el resto de matices que se quiere transmitir a
la orquesta, eso es técnica de batuta. Así que la técnica de batuta es en realidad el propio director.”
“El mayor
logro que un director puede alcanzar es dirigir una melodía en legato: Un fluir
vivo que respira.”
(Legato: Término
musical que significa ligado Las notas
afectadas se deben interpretar sin articular una separación entre ellas
mediante la interrupción del sonido.)
Una vez un
chelista de la Orquesta Sinfónica de Berlín, dirigida por Furtwängler
respondió así a la pregunta de cómo dirigía el maestro: “Dirigía como si
caminara por la montaña o algo así.” Por cierto que le gustaba mucho esquiar.
Como
escribí al principio Furtwängler fue investigado y juzgado como simpatizante del partido nazi, esto fue un gran error, ya que ni siquiera estuvo afiliado al mismo, de hecho siempre rechazó el “famoso” saludo.
Sobre el
por qué permaneció en Berlín durante la guerra dijo:
“El miedo a ser utilizado
por los nazis para propósitos propagandísticos, ocupó un segundo plano ante mi
gran inquietud por la música alemana. La gente de Bach, Beethoven, Mozart y
Schubert seguían viviendo bajo la superficie de la Alemania nazi. No podía
abandonar Alemania en su hora más oscura. Al fin y al cabo soy alemán, con
independencia de cómo lo vean otros.”
Quedándose en Alemania, Furtwängler fue utilizado como una arma cultural contra quien sí estaba afiliado al partido nazi, un joven austriaco que iba en ascenso de apellido Karajan.
Mientras
duraron los juicios no podía dirigir y se dedicó a componer:
“No quiero
hacer otra cosa que componer. Hace tiempo que sé que mi productividad no surge
de la frivolidad, de la vanidad o el autoengaño.
El dirigir
fue en realidad un techo bajo el que refugié porque iba a perecer como
compositor. Desgraciadamente he dirigido demasiado durante mi vida.”
Para 1954
empieza a perder el oído a lo que teme profundamente y decide morir, y no es
que se haya suicidado, simplemente decidió morir y un catarro fue su pretexto. Un doctor de Baden-Baden, que fue donde muere Furtwängler a finales
de noviembre de 1954 dijo:
“Cuando
alguien ha decidido morir, no podemos hacer nada por él. Wilhelm Furtwängler
fue un ejemplo de ello. Estaba convencido de que iba a morir.”
Y otra joya
sobre su dirigir y su amor por la música para cerrar esta entrada y con la que
también termina el documental:
“Dije que se trataría de amor ¿Qué se diría de
un amante que premeditase todo cuanto va a decirle a su amada?”
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