Sobre la chimenea tiene un hermoso reloj de péndulo Luis XV, también una vitrina que encierra finas porcelanas y delante de la chimenea un biombo delicadamente bordado. Pleyel le proporcionó un gran piano de concierto, el cual ocupa el lugar principal en el salón, y para el dormitorio un pianino negro. Estos pianos no son alquilados, sino puestos por Pleyel a disposición de Chopin, cuyo talento sirve a los intereses de la casa; y es que ¿Qué mejor publicidad para una firma de pianos que sean sus instrumentos los preferidos de un genio musical y que además está de moda?
En las ventanas, según lo comenta Liszt hay grandes cortinas de seda clara y muselina blanca.
La alcoba del dormitorio está cerrada por un velo de tul blanco. Al lado de la cama, una butaquita cuyo tapizado fue realizado por la señora Chopin, hay también un secreter que se ubica en medio de 2 ventanas, y un sahumerio de plata.
En el comedor hay un sofá de terciopelo rojo. Liszt, quien visita a su amigo con frecuencia dice de las paredes: “empapelado de color gris perla. La presencia en las paredes, de grabados y cuadros de armoniosa belleza”.
Una antecámara, una cocina y una habitación secundaria completan la vivienda de Chopin.