jueves, 27 de mayo de 2010

Verano de 1827


Después de la muerte de Emilia, los Chopin se mudaron al palacio de Krasinski, ahí los papás de Federico le acondicionaron un estudio independiente donde tenía su piano y componía, ahí se sentía a sus anchas.

Al terminar el primer año en el Conservatorio, fue invitado por su madrina Ana Skarbek, para entonces Wiesieolowska, a pasar las vacaciones en Strzyzewo, provincia de Poznan. Su actividad favorita durante ese período son los pequeños viajes a las cercanías del lugar en el que vacacionaba, el más largo de ellos lo hace a Dantzig, donde pasa una temporada con el hermano de Linde (recordemos que Linde es rector del Liceo de Varsovia y amigo personal de los Chopin).

Sucede que en esa misma temporada el príncipe Radziwill pasa también el verano en su finca de Strzyzewo; Chopin lo visita junto con los Wiesieolowskis, ahí tiene veladas musicales muy agradables, se codea con 2 princesas a quienes les gusta mucho la música.

Acerca del príncipe Radziwill se sabe que fue un noble, aristócrata y político polaco-litiano y prusiano, además era músico. Heredero del ducado de Nieśwież y Ołyka. Entre 1815 and 1831 fue el Duque-Gobernador del Gran Ducado de Poznan, que era una provincia autónoma del reinado de Prusia, hasta que fue tomada por los patriotas polacos. (Foto e información tomada de la wikipedia)

El príncipe Radziwill durante muchos años se interesó por el desarrollo musical de Federico. Algunos biógrafos sostienen que Radziwill pagó los estudios de Federico y que le ayudó financieramente, pero es un dato que carece de fundamento. Es posible que los recitales del niño prodigio se viesen recompensados con algo más que aplausos, y que el reloj de oro que le obsequió Madame Catalani no fuese el único regalo valioso; pero en resumen, no existen razones válidas para atribuir a Antoni Radziwill el papel de protector.

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